lunes, 23 de enero de 2017

Ercer, paraya y paraja, migoyu y amigoyáu, sucu y sucáu, cumba y llosa

- Ercer significa "erguir", de donde ércete por "yérguete" o ircíu por "erguido".

- Paraya y paraja, de significado y etimología discutida, tengo para mí que emparentan con el castellano "paraje".

- De migoyu, que significa "meollo", deriva amigoyáos: cuando hace frío, como estos días, y te arrejuntas en el sofá.

- Más que sabido, sucáu, de sucu, surco.

- Cumba, escuchado a un santanderino, "comba": esta pared hace cumba. En montañés a esta cumba santanderina se la conoce como potra, de origen desconocido, aunque en relación con el verbo potrear y el sustantivo potru, aquí y aquí. Al mismo vecino, urria, de la que ya traté aquí.

- El sustantivo llosa da nombre desde su étimo latino (vid. García Arias aquí) a una tierra cercada. Es probable que proceda de un época en que la norma era que las tierras estuvieran en abertal, que es lo mismo que sin cerca, tal y como apunté aquí, o agrupadas dentro de un muro perimetral común, caso de las mieses (con parcelas individuales o jazas delimitadas por jisos y relugas, aquí) o las praerias (suertes). Su rasgo distintivo sería estar cercadas indidividualmente. Y de este rasgo distintivo tomarían el nombre. La duda que se nos plantea ahora es por qué llevar la contraria a la norma. Hemos visto lo que creemos son antiguas llosas en el barrio de Jismana, en Ruente, aquí: parcelas anexas a las casas que han ido desapareciendo a medida que las casas se ampliaban lateralmente. Las llosas complementarían a los güertos, que solían estar y siguen enfrente de las casas. Que estuvieran cercadas se explica por el mismo motivo por el que lo están los güertos: para que los animales que andaban sueltos por el pueblo no entraran (incluso los muros de los huertos solían coronarse de espinos, sobre todo por las gallinas, o, mutatis mutandis, todavía hoy no es raro ver huertos cubiertos por espinos, sobre todo recién sembrados). ¿Y qué había en las llosas para que tuvieran que estar cerca de casa y cercadas? Es ahí donde nos perdemos. Hoy, las llosas que quedan o, por mejor decir, los espacios que conservan su nombre o los que queremos reconocer como tales, parecen estar destinados a (o quizá ocupados por) frutales y hierba para el ganado que queda en casa. Las llosas es probable que respondieran a unas coordenadas concretas que se perdieron por el camino. Es probable, también, que la capacidad adaptativa de la palabra llosa fuera cercenada por la más reciente cierru, que cierru tuviera más flexibilidad o que apareciera en un momento más dinámico (un momento en que la norma estaba dejando de ser la cerca común o la ausencia de la misma) y que llosa quedara relegadada a usos secundarios o marginales, hasta hoy, que no sé si quedará alguien que nos sepa decir si significa todavía algo.

1 comentario:

Serrón dijo...

- Parajes: parcela de la mies de Sobrelapeña, lindando con la Coterona de Cires.
- Picu Paráis: cumbre rocosa muy llamativa entre las canales de Puertas y Socuevu, en Peña Sagra.

Los dos topónimos están tomados de las notas de campo de Alberto González.

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