viernes, 30 de marzo de 2018

Coordenadas UTM de casas bajas de Sopeña de Cabuérniga

Me ha llegado que se está haciendo un catálogo de casas bajas. También que se va a centrar en casas que se conservan en "estado primigenio" o en el estado más puro posible, lo cual creo que es reincidir en el mismo error de siempre, el de "la casona", error que no radica en la cosa sino en el ojo erudito que mira: el mismo esencialismo, la misma fijación de coordenadas, la misma cosificación y parálisis, la misma gente.

En definitiva, no sé si alegrarme o no. Sí, si el catálogo sirviera para mejorar. No, si el catálogo va a servir para que todo permanezca igual (de mal): enajenación popular, que es lo mismo que decir desprecio (el gran mal, desengañémonos, de nuestro mundo rural), detracción del proceso natural de cambio, urbanalización, etc. Mal ha empezado: secretismo, fusilamientos (secretismo por los fusilamientos), etc. En mi casa siempre se dijo hazlo bien o no lo hagas. Pero supongo que no todos compartamos lo que es hacer algo bien o que percibir lo que se hace como bueno o malo dependa de la meta que se persiga: el beneficio propio es distinto que el del común (vid. nota en comentarios).

Como las cosas son más cómo acaban que cómo empiezan, voy a confiar pese a todo y poner a continuación las coordenadas UTM de varias casas de Sopeña de Cabuérniga para asegurar que no se queden fuera.

Casa uno:
X: 394.978,99
Y: 4.787.170,11

Esta casa estaba en ruinas hasta que se arregló recientemente. Está en el extremo de una hilera (crecida por adosamiento a partir de una casa seminal o levantada la hilera de una sola vez siguiendo la lógica de longhouse) que bien pudo ser en su día de casas bajas. Que quedara esta casa del extremo fijada en un estadio primitivo quizá se deba a que fue la primera que desarrolló de la hilera (las del extremo son las más preciadas), de modo que cuando llegó una fase de desarrollo posterior esta casa quedó en el estadio que había alcanzado en la anterior, por no ver los propietarios la necesidad de desarrollar más, a diferencia del resto, que sí adoptaron las nuevas soluciones que condujeron paso a paso a la "casa montañesa canónica". La casa del extremo, una vez desentendida del proceso de desarrollo común (es lo que se dice de las buenas ideas que llegan demasiado pronto), se fue quedando atrás hasta caer en ruinas. Hoy está (fatalmente) rehabilitada.

Casa dos:
X: 394.967,88
Y: 4.787.140,48

Es Casa Lor (en puridad Ca Lor, aunque yo nunca la oí llamar así). Lor era el propietario. Es parte de una unidad mayor, probablemente de lógica cuatripartita (vivenda más sala o desván y establo más pajar), hoy diluida en el conjunto. Está integrada en un barrio (que no calle, que también las hay en el pueblo) que es fiel reflejo de lo que significa corru, de donde corral, corraliega y corralaa (los barrios antiguos tienden a replegarse en forma de corros, como hacen las setas o los patos, llamados corros por algo).

Casa tres:
X: 395.099,11
Y: 4.787.119,31

Es hoy cuadra (los propietarios dicen caballerizas) de una casa señorial que hace esquina. En la memoria del pueblo esta casa señorial también era baja, aunque hoy parezca difícil creerlo. Esta casa se integra en una hilera (igual que antes, no sé si desarrollada a partir de casa seminal o si levantada de una sola vez) en cuya casa del extremo (coordenadas X: 395.109,69 e Y: 4.787.109,79) ha aparecido recientemente una puerta gótica. A esta hilera le sucede otra rematada en su extremo por otra casa señorial con una supuesta torre adosada que no es otra cosa que una cocina antigua.

Casa cuatro:
X: 395.244,73
Y: 4.787.410,35

Esta casa forma parte del conocido como barrio "cocheros" por estar sus vecinos supuestamente subordinados (no sé si sólo laboralmente) a los antiguos dueños de la casa de indianos colindante, probable antigua torre (Sopeña no se recuesta en la falda del monte, al contrario de lo que es habitual en La Montaña, por su vocación defensiva; tampoco lo hace Terán por motivos en esta ocasión probablemente religiosos barra políticos). Hay otro barrio en Cieza que pasa por ser lo mismo, el barrio de los cocheros de una antigua torre o palacio que fue despiezada y sus sillares reutilizados para una casona que está al lado de la estación no recuerdo si de Los Corrales de Buelna o Reinosa, según nos dijeron los vecinos. Esta casa es de nuevo la del extremo de una hilera.

Casa cinco:
X: 395.147,36
Y: 4.787.672,28

Dos casas bajas seguidas de otra recrecida que ha sido profundamente transformada en tiempos recientes. No presentan puerta de arco "gótico" pero son dos casas bajas impepinables, al menos a ojo de los vecinos, que se me hace manejan un factor no sé si decir de clase o identitario, en cualquier caso difícil de detectar desde la puerta, que los autores del catálogo supongo no contemplen.

Todo el pueblo está lleno de calles y barrios, e incluso casas solas, que reflejan distintos estadios de desarrollo de nuestra arquitectura. Es un auténtico muestrario.

Por último, no puede faltar la casa llana más impresionante que hemos visto. Está en Valle, en ruinas:
X: 394.418,07
Y: 4.786.738,31

Y también en Valle, la que dicen del cura, en concreto la del cuartu del cura, con puerta gótica difícil de ver (y por eso la pongo, para que no se les escape a los que están haciendo trabajo de campo):
X: 394.269,77
Y: 4.786.825,62

Si colocáis las coordenadas en el SIG del Gobierno de Cantabria podréis localizar las casas sin problema. Si queréis poner como comentario las coordenadas UTM de las casas bajas de vuestros pueblos o de las que conozcáis serán bienvenidas.

4 comentarios:

Serrón dijo...

En la entrada del miércoles ponía la cita de un historiador de la ciencia que decía que tan importante como las fuentes es el modo de interpretarlas, que va cambiando de acuerdo con el contexto.

Pues bien, lo que entendamos por bien común está sujeto a interpretaciones. A mí me gustaría creer que la comunidad de aldea perseguía el bien común y que sus decisiones, por consiguiente, beneficiaban a todos. Pero y si la comunidad de aldea estuviera tomada por los señores, ¿a quiénes beneficiarían sus decisiones? Es más, ¿y si la comunidad de aldea fuera un producto señorial?

Que los concejos fueron perdiendo pegada hace ver que los señores les tenían miedo (¿porque habían perdido el control, porque nunca lo tuvieron, porque tenían herramientas de poder alternativas?) y por eso lo fueron vaciando de significado, hasta hoy, que solo queda para decisiones anecdóticas, y ni eso.

Hay muchas coordenadas que fijar todavía para poder abordar estos temas.

Serrón dijo...

He incluido dos casas de Sopeña de las que me había olvidado, la cuatro y la cinco. La casa del cura de Valle es en realidad la casa del "cuartu" del cura, que no es lo mismo. Lo he corregido.

Anónimo dijo...

Sigo el tu blogue mayoritariamente por dos elementos muy interesantes:

1- el tema del vocabulario y dialectalismos montañeses, donde a veces contribuyo lo que puedo.

2- el tema de la arquitectura tradicional, popular, heredada o como se diga donde más bien aprendo de vuestra labor.

Y es al punto 2 donde quiero ir, en relación con las últimas entradas.

¿Podrías comentar si conoces algún arquitecto o "cofradía" de ellos mejor aún, que se hayan tomado en serio y de forma sistemática el tema de la arquitectura montañesa de cara a asesorar en las reformas? De no existir, ¿podrías al menos indicar alguna especie de referente en esa profesión por su conocimiento?

Se dan casos como el que dices en que por desidia, ignorancia, etc, otras veces por carencia de dineros o medios... pues se hacen cosas inapropiadas.

Gracias por adelantado.

Serrón dijo...

Es una idea a la que varios estamos dando vueltas desde hace tiempo: proponer una guía para reformas sostenibles. No hay nada al respecto y se hace necesario.

Realmente no es ninguna labor lo que hacemos, es simplemente curiosidad y ganas de aprender de la gente.

¡Gracias y un abrazo!

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