El monte cántabro es diferente al castellano. La palabra cántabra se aplica a la masa forestal, al arbolado, lo que en castellano es bosque. En cántabro bosque es monte bajo. Así, los del monte no eran los emboscaos y los emboscaos no eran los del monte. Unos y otros estaban en sitios distintos. Me refiero a los guerrilleros. Se afinaba porque era una realidad muy presente. Pasa como con el blanco y los esquimales. Un pueblo rebelde distingue muchos matices en la rebeldía. No es confusión, es riqueza. Hace poco encontré una palabra cántabra preciosa relacionada con bosque: jarba, que emparenta con el gallego fraga.
Sin embargo, a nivel territorial creo que monte es algo más amplio: el arbolado es un elemento determinante, sin él o sin su memoria no hay monte, pero no es exclusivo. Así, en Mozagro o Rozalén, por ejemplo, además de bosque hay fincas de tipología muy antigua, caso de la praeria de Valle en el segundo.
Digo lo anterior por La Cruz.
La Cruz, monte.
La Cruz es hoy la elevación que remata una cruz de madera que fue erigida como promesa por unos vecinos que sobrevivieron al cólera. Ni siquiera, porque me parece que en los mapas ni aparece. Pero para los cabuérnigos La Cruz tiene entidad de monte.
No solo hay arbolado, sino también brañas y fincas con cargas de profundidad tales como el Prau Conceju de Sopeña.
Desde La Balsemana se ve bien claro que encajonada por El Escudu y Rozalén hay una suerte de elevaciones que tienen forma de cruz. No se ve si no es desde las cumbres vecinas. Tampoco se aprecia en fotos aéreas.
La cruz de madera remata uno los brazos, pero ese brazo, mucho menos la cima, no es La Cruz, o no solo: La Cruz lo es todo.
Coordenadas de la cruz de madera:
X: 394.751,79
Y: 4.787.897,85
No hay comentarios:
Publicar un comentario