viernes, 20 de noviembre de 2020

Las fotos del Hospital Valdecilla y las herencias

El Hospital Valdecilla contaba desde sus orígenes con un servicio de fotografía que llevaba Araúna, contratado para ello. Era de izquierdas, incluso llegó a formar parte del núcleo duro que trató de imponerse durante la guerra con la firme oposición del Dr. López Albo. Así, Araúna estaba entre los que trató de asaltar la cárcel del hospital tras el bombardeo de la navidad de 1936. Era una cárcel para personalidades destacadas, como el Dr. Díaz-Caneja, el coronel Pérez García-Argüelles y Sor Bastos, encarcelados en el hospital posiblemente para asegurar su integridad física. Fue el Dr. López Albo quien paró los pies a los asaltantes, y menos mal. Recordemos cómo terminó el asalto al barco prisión "Alfonso Pérez". Todo según testimonio del antiguo administrador de la institución, que lo vivió en primera persona. El Dr. López Albo marchó al exilio mexicano y Araúna fue encarcelado por los franquistas pero pronto salió en libertad. De unas siglas políticas pasó a abrazar las contrarias. Fue vuelto a contratar por el hospital. Su primera cámara de fotos tras salir de la cárcel se la compró el Dr. Díaz-Caneja. Siempre ha habido personas buenas, y me refiero al doctor. La cámara se conserva en el hospital. Lo que no se conserva es el archivo fotográfico: en los años sesenta hubo una inundación que afectó al pabellón donde se encontraba el servicio de fotografía, el 16, y los Araúna (una saga, el puesto hereditario, muy de la época) se llevaron las fotos para protegerlas. Eso dijeron.

Cuarenta años después, las fotos del hospital fueron donadas por la familia Araúuna al CDIS, que las aceptó sin problemas. Esta donación de alguna manera certifica institucionalmente (aunque no por la institución de origen, con lo cual este conflicto sigue sin estar resuelto) que las fotos del Hospital Valdecilla son de la familia Araúna.

Es doloroso, pero tampoco tiene mayor importancia. A fin de cuentas en el CDIS es donde mejor están. No dudo que ésta sea la razón que ha movido a la familia Araúna a tomar la decisión que ha tomado. También se puede pensar mal. Pero no hace falta. Es mejor ser pragmáticos.

El verdadero problema es que se repite la historia, que no aprendemos: si os fijáis últimamente se están publicando fotos del hospital frente a la pandemia tomadas en lugares donde solo se puede acceder con permiso, como la UCI, que en los créditos se dice que son de la empresa que ha sido contratada para hacer estas fotos. Es como con Araúuna: se le contrata para hacer las fotos del hospital, forma parte de la plantilla, pero las fotos que hace son suyas. ¿Cómo es esto? Es imposible ver bien algo así.

En el mundo de los archivos es frecuente encontrarse fondos documentales importantes de carácter público en casas de herederos. ¿Por qué? Porque en una concepción patrimonialista del estado los documentos que generas en el desempeño de tus funciones te crees que son tuyos. Pero no es así. Es lo que pasa por ejemplo con los papeles de Franco. Este caso de los Araúna no es muy distinto. Son herencias franquistas a las que habría que poner coto.

¿Cómo vamos a hacer las cosas bien en democracia si no nos parece mal lo que hizo la dictadura? ¿Por qué nos parece mal la dictadura, entonces? ¿Por postureo o nos parece mal porque efectivamente hizo las cosas mal?

2 comentarios:

Serrón dijo...

Que a lo mejor es que Franco nos cae mal porque no lucía nada el bigotito.

Serrón dijo...

Hay otra variable y es que el hospital contrató varios reportajes a otros fotógrafos para el archivo. Desaparecidos también. Pero algunos originales están apareciendo encartados en distintos expedientes. Curiosamente hay copias en el CDIS mal atribuidas.

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