miércoles, 14 de abril de 2021

¿Sigue habiendo asesinos entre nosotros?

En el coloquio que vino tras la presentación de un libro escrito por un amigo sobre la República en Cantabria que se celebró hace un año alguien de entre el público, alguien que participa de forma activa en estos temas (barbado, poso..., el paquete completo), preguntó por eso que llaman Tercera España y en concreto por los que de haber habido oportunidad podrían haber sido asesinados tanto por unos como por otros, que si por ejemplo Manuel Llano.

(pregunta que no sale del ámbito de los personajes ilustres, no hay manera de abandonar las maneras antiguas)

Lo primero es que no hay duda alguna sobre el signo político de Manuel Llano, si acaso desinformación al respecto. O interés por pintarle de lo que no era.

Y segundo y más importante, que asumir que había quien podía haber sido asesinado por unos o por otros equipara a los otros con los unos, cuando no: no es lo mismo el asesinato institucionalizado del fascismo y el asesinato fuera de control de asesinos de izquierdas (estoy pensando por ejemplo en el intento de asalto a la cárcel de la Casa de Salud Valdecilla protagonizado por agentes descontrolados que frustró el Director Gerente, es decir, el representante legal de la institución). Equiparar una cosa con otra para tratar de abrir un espacio supuestamente equidistante donde tendría cabida "la gente razonable, las víctimas de ambos bandos", es repulsivo.

Tras el coloquio esta persona vino a hablar conmigo y me tachó de ignorante por no reconocer que desde la izquierda se había asesinado (erre que erre). Y siendo él de izquierdas, me pregunto: ¿cómo puede seguir siéndolo creyendo cosas así? Yo si lo creyera no me podría declarar de izquierdas. 

Tenemos que tener claro que desde la izquierda no se asesinó, asesinaron si acaso asesinos de izquierdas, en ningún caso fue un asesinato institucionalizado.

No quiso discutir. Me perdonó la vida.

Porque si alguien de izquierdas cree que la izquierda asesina y a pesar de todo sigue siendo de izquierdas, ¿en qué se convierte?

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