martes, 16 de septiembre de 2014

Saludos entre paisanos en una trova bastiana, vacas jedas, crítica al libro "Trovas y comparsas del Alto Nansa", y montañesismos hura y snaipe

(1)

Dos estrofas de una trova de Miguel Ángel González González, bastiano, titulada "Se me perdió el rebaño", recogida en su libro Recuerdos de mi niñez: Entre San Sebastián de Garabandal y Nueva York, publicado por Tantín el año 2012, inencontrable:

Me fui por el río arriba
deprisa como volando,
y paré en La Rozaúca
para preguntarle a Nando.

Weeéu, le dije gritando
al pasar el bocarón,
woó, me contestó Nando,
asomado al cuarterón.

No todo eran jisquíos. Recuerdo que en la primera adolescencia, en Sopeña, comenzamos a saludar a los paisanos diciendo ¡ou!, sobre todo cuando era de paso, cuando no te detenías, que es como los propios paisanos nos habían dicho que hacían los adultos.

(2)

Aquí comentaba que en el cartel de la Pasáa de Carmona de este año se pone vacas jedas entre comillas mientras que bellos se pone sin ellas y que se debe a que la primera es una palabra considerada caduca o forastera.

Pongo ahora estrofa de la trova "Día de la muda" de José Manuel Cuesta recogida en su libro Trovas cabuérnigas, de 1993, inencontrable:

San Antonio, las parías,
y las estieles San Juan,
las que no parían esti añu,
si Dios quiere ya tocarán.

En esta trova las vacas jedas (con acento en la /a/, o sea, jedaas) ya han sido sustituídas por las parías. El proceso diglósico se ha completado.

(3)

Tres reflexiones en torno al libro de trovas y comparsas del Alto Nansa de William Christian:

No dice que las trovas se canten. No lo hace para evitarse un problema. El tema de las melodías en la trova es muy complicado, en dos sentidos, el primero "mental" y el segundo "físico". Respecto al primero, las trovas no es que se canten, es que se componen y memorizan utilizando como bastidor una melodía. Luego la trova se puede verbalizar cantando o no, dependiendo del contexto. Este punto es de un interés extraordinario. De mucho interés pero complicado. Respecto al problema "físico", no se conoce el repertorio de melodías. A más a más, las melodías de trova específicas conviven con melodías tomadas de otros géneros, como la toná, las coplas o los romances, con lo que la complejidad se acrecienta. Willian Christian todo esto lo oculta para no entrar en jardines. Su libro gana así en coherencia. Pero no deja de ser un engaño.

En segundo lugar, hace ver que existe la noción de autoría individual, cuando no es así. La trova suele ser de composición colectiva, que no es lo mismo que anónima. Éste es un tema también muy complicado, y más a día de hoy, con la proliferación de "troveros". La figura del "troveru" es moderna, no va más allá de los años sesenta del pasado siglo (las cintas de Benito con trovas de Masio). Es fruto de la recepción de la figura del "espectador", antes inexistente, que viene acompañada de la noción de "autoría individual", asociada a beneficio económico. Está por ver si todas estas novedades son espurias o no, si rompen con la tradición o si la adaptan, si son la muerte o si son la única esperanza.

En tercer y último lugar, Willian Christian "compone" él la versión canónica de las trovas, sobre todo de las más antiguas, como ocurre con la trova de Peña Sagra, que por definición no tiene versión estándar. Forzar de esta manera la tradición oral no tiene nombre. Hoy día no se le ocurre a nadie. Lo malo es que esta idea ha prendido entre nosotros y luego vienen más haciendo lo mismo, como Chuchi Preciado, que tiene la manía de componer él la versión estándar de los cuentos cuando existen varias versiones circulando por ahí. Una cosa es adaptar la tradición oral para un libro y otra "corregirla". Una vez más, Willian Christian ha optado por el camino fácil.

En definitiva, el libro de trovas y comparsas del Alto Nansa está bien, es lo mejor que tenemos sobre este tema, pero hay que leerlo con mucho cuidado.

(4)

En el pueblo de Cosío, Alto Nansa, al cazador o tirador certero se le dice snaipe, así escrito. En GUTIÉRREZ COSÍO, Rubén: Apego al terruño. Trovas de un lugareño. Ed. del autor, Torrelavega, 2003. Inencontrable.

(5)

En el mismo libro que antes, hura, "agujero pequeño". No sé si en el lenguaje oral se dirá *jura (con asterisco porque es una forma hipotética). No sé, tampoco, si tendrá algo que ver con el montañés joche, agujero que se hace en la hierba, en un pajar, para dormir (con las extrapolaciones semánticas que pueda haber y que no conozco).

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Snaipe en Cosío. En inglés obviamente "sniper", francotirador.

Anónimo dijo...

He vuelto a esta entrada porque me he tropezado con otra palabra usada en Cantabria que desconocía, y que pudiera tener su origen en el inglés, como snipe-sniper, o raquero-wrecker. Se trata de la palabra leguis (especie de polaina para la nieve, hecha de piel y que cubría del tobillo hasta la parte inferior de la rodilla), y cuyo origen (el de la palabra) supongo que sea la voz inglesa leggings, que hasta los años 40 se usaba para esta prenda que digo, y no para lo que son los leggings actuales (en los 80 ya se empezó a usar para éstos).

A lo que iba, ¿conoces el origen de la palabra leguis?

El Pasiego

Serrón dijo...

Hola, ¡gracias!

Es una palabra que debe venir de "leg", pierna, ¿no?

Serrón dijo...

No me hagas mucho caso, pero a lo mejor la palabra "legastru", garrapata, podría estar emparentada. Supondría que el inglés "leg" y el cántabro "leguis" y "legastru" tendrían un antiguo origen común o que el inglés influyó en el cántabro hace mucho tiempo. Puede también que "leguis" sea fruto de una influencia del inglés relativamente reciente (más de lo que podamos recordar pero reciente) y que "legastru" no tenga nada que ver.

Anónimo dijo...

Es de suponer que "leggings" en inglés sí venga de "leg" (pierna). La prenda en si (la polaina, como quien dice) ya se decía leggings desde el siglo XVI o así en Inglaterra, hasta los años 40 ó 50 del siglo pasado. En Cantabria, haciendo una búsqueda rápida en google, la he visto mencionada como parte de la vestimenta del zamarrón blanco de Polaciones en los años 40, y quien me la ha mencionado a mi dice que esa prenda (con ese nombre, leguis) se usaba para la nieve en los 50. Puede que también aparezca (según google) en Cuarenta Leguas por Cantabria, de Galdós, de 1876, pero no he podido comprobarlo.

Creía más factible que "leguis" viniera del inglés, pero puede ser la otra idea que apuntas, que "leguis", "legastru" y "leg" tengan un origen común...

El Pasiego

Serrón dijo...

Caso parecido podría ser "esticar", que a mí también me parece próxima al inglés, por ejemplo a "steak", o "ráspanu" y "raspberry".

Anónimo dijo...

Si, no había caído en ellas (creo que el corrector te ha jugado una mala pasada y querías relacionar "esticar" con "stick", no con "steak")

Serrón dijo...

No, con filete también.

Me contaron la anécdota de un escalador que se mató y que mientras caía iba gritando "¡filete va!". Era cántabro.

El filete si lo piensas también tiene su relación.

Anónimo dijo...

Pudiera ser. Vaya, menuda historia la del alpinista...

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