jueves, 1 de octubre de 2020

El paladar

En el pueblo de Pandu una vecina nos dice que el castaño de la finca de enfrente da castañas grandes pero duras, que apenas se pueden comer, si acaso cocidas, por eso que el suelo esté aparbaláu, o sea, lleno de castañas sin recoger. Es un castaño de los del cementerio. Éstos dan castañas más temprano y los árboles son más oscuros que los de aquí, nos dice señalando un castaño que tiene en la huerta, las ramas aún cargadas de erizos, los rayos de sol apuntando desde dentro.

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