martes, 8 de noviembre de 2022

La caída

Se había caído del caballo

un caballo blanco y grande

y con él por tierra el cielo entero.

Lo lleva del ramal hasta el maeru

el lugar de reunión de Lamiña

no se sabe de qué madera será.

Se sube al maeru y de un salto a la montura.

Se pone de cara. El viento le peina la cresta

que se ha dejado igual que la del caballo.

Se precipita calle arriba, ligero, hacia el monte.

No debe tener más de diez años.

Los árboles del monte (hayas, robles) crecen con él.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un poema precioso.

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