sábado, 12 de marzo de 2016

Patrimonio arqueológico abandonado en Comillas

No hay que perder de vista que el origen del MUPAC se encuentra en el Museo Cantábrico que montaron los Marqueses de Comillas en la localidad homónima a finales del s. XIX. Las piezas pasaron de aquí a Santander en distintas fases o sacas, primero al Instituto de Santa Clara y luego a las distintas sedes del futuro MUPAC. El cambio de Comillas a Santander fue positivo. Tras más de ochenta años malparadas en Santander es hora, en mi opinión, de trasladar las piezas y el aparato discursivo que las envuelve y da sentido, es decir, el museo, a Torrelavega. Pero este no es el tema de hoy.

Los marqueses financiaban toda excavación que se les pusiera por delante y a cambio se quedaban con las piezas más interesantes para su museo.

Muchas de las estelas que hoy se conservan en el MUPAC proceden de este museo primigenio. Otras muchas se perdieron pero sus moldes en yeso se conservan en uno de los sótanos del Palacio de Sobrellano. Siendo de yeso y estando posadas directamente en el suelo de un sótano inundable decir conservar es decir mucho.

Tampoco vamos a dorar la píldora. No siempre las piezas proceden de excavaciones financiadas por los nobles. Cerca del palacio hay una pila bautismal románica comida por las zarzas. Esta pila está en Comillas fruto del expolio.

Por detrás del palacio, en un alto, no voy a concretar dónde, se recreó una acrópolis. Las columnas (redoble de tambores) proceden de Julióbriga. Se conservan en pie un par de arranques pero el resto está tirado y semienterrado.

Sobre las columnas que hoy se emplazan en Retortillo los compañeros del Proyecto Mauranus, aquí, ya desvelaron que no tenían más de sesenta años.

Las originales se encuentran en Comillas.

El ayuntamiento y el Gobierno de Cantabria saben todo esto y mucho más. Está recogido en el Plan Director entregado por el arquitecto responsable hace aproximadamente cuatro años.

¿Qué pasa?

¿No hay nadie responsable?

¿Nadie al que se le caiga la cara de vergüenza?

1 comentario:

Serrón dijo...

Todo es echar la culpa a los políticos, pero conmigo estaba el presidente de Cantabria Nuestra, rama local de Hispania Nostra, con Mirapeix a la cabeza, que llegó, vio y marchó.

Y yo mismo, una vez he tenido la fortuna de poder informarme, ¿me creo que con poner una entrada beligerante en el blog ya lo tengo todo hecho, que ya estoy libre de culpa?

Éste es el verdadero problema de Cantabria: no que todo esté fatal, sino el motivo por el que todo está fatal, que no es otro que la desconexión de la población con la realidad, que yo creo, sinceramente, que sí tiene que ver directamente con la dictadura, que nos hizo tanto y tan de acuerdo con los preceptos del fascismo que hasta nos hemos olvidado de lo que nos hizo.

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