La zona de Las Cascadas, metidas en la cabecera del río Barcenillas, Lamiña o Lador, que de las tres formas se dice, se llama Úrsula (vecina joven) o Úrsola (anciana de noventa años que dado el contexto desenfadado en el que estuvimos charlando no creo que se trate de ultracorrección). Es habitual dar nombres de personas a los lugares y viceversa: nos contaron que a un señorito que subía periódicamente a buscar piedras de colores al lecho de La Canal Corneja vestido con sombrero y levitón, y que daba miedo, cómo evitar pensar en Agusto González de Linares, lo llamaban El Corneju. De todas formas, tanto Úrsula como Úrsola a mí me quieren llevar a una antigua forma, desleída ya, relacionada con el latín URSUS, oso.
A Las Cascadas se iba si acaso a hacer leña. Las cascadas se las toman los vecinos como un descubrimiento. Están pasmados con la cantidad de turistas que suben. En realidad los turistas estamos deseando que nos digan dónde hay algo bonito que ver para pasar el día: estas cascadas, el bosque de secuoyas del Monte Corona, la Fuentona de Ruente o la Braña de los Tejos de Liébana. O la Playa de las Catedrales en Galicia, la Ruta de los Hórreos en Bueño o las piscinas naturales del Jerte. Hay que asumir que es así. Y aprovecharlo. Tengo todavía clavada la espinita del chorco de lobos de Selores.
La mies de Sopeña, por ejemplo, hay que potenciarla como lo que es, de acuerdo, pero eso no impide que se puedan superponer otros aprovechamientos, por ejemplo, de cara al turismo no invasivo: no se me ocurre mejor plan que ir un domingo con la familia a dar un paseo por la mies, mejor si interpretado (realidad aumentada, audioguías prestadas en la Oficina de Turismo de Cabezón de la Sal, etc.), comer en algún restaurante (o un bocadillo en el soportal de alguna iglesia o en alguna bolera o lavadero) y hacer la digestión dando un paseo (de nuevo interpretado: arquitectura, paisaje, etnografía, yacimientos, etc.) por algún pueblo del valle.
La principal cascada de Las Cascadas es un churru. No sé si cuando baje más agua el churru se convertirá en saltu, pero podría ser. Los saltos pequeños son tumbos.
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1 comentario:
El nombre de la canal Corneja viene del latín CORNU,-US, "cuernu", "rincón".
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