martes, 14 de julio de 2020

Atentado en la estación de arte esquemático de la Peña del Huevo de Brañas Nías, y la ermita de la Virgen de las Nieves de Cabrojo

Aparcamos en Cabrojo, al pie mismo de la ermita de San Ignacio, ermita que marca la raya con el monte, como suele. A la derecha, un camino que sube. Supusimos que era ése el que teníamos que seguir para llegar a la cima, donde la otra ermita, la de la Virgen de las Nieves, que habíamos tomado como referencia en casa, mapa en mano, pero aun así preguntamos a unos vecinos del barrio La Medoria: uno de ellos resultó ser el propietario del monte donde se encuentran los petroglifos que buscábamos: Brañas Nías (quizá de "Anillas" probablemente por su forma). Salió toda la familia con ganas de hablar: ellas nos informaron del estado en que se encontraban: picados, alguien los había picado hacía unos años. Se las notaba apenadas. Él enseguida cambió de tema. Lo hizo con gracia, como no queriendo acordarse. Para ellos era un día de fiesta, la familia reunida en fin de semana, quizá por primera vez en mucho tiempo.

Está todo lleno de tallas. Todo es una misma veta que llega hasta Santillana del Mar. Todo, todo está lleno. Incluso hay una cueva por donde Casar, cerca un invernal en ruinas - la familia.

Ya habíamos oído hablar antes de esta veta, aquí.

El camino es precioso en su primer tramo.



Pronto se pierde en la maraña de pistas forestales, el monte todo una plantación de eucalipto.



Las piedras afloran aquí y allá. Algunas son difíciles de alcanzar. La roseta de la foto parece relativamente reciente. Pero no por eso pierde interés, al contrario. La tradición sigue viva, en origen unos símbolos, hoy otros, seguramente diferentes funciones, parecida expresión. O quizá no sea más que el modo como los paisanos actuales han interpretado el yacimiento, dándole continuidad formal, perdida su lógica original, mera aproximación estética, que es otra forma válida (no académica) de tratar de entender el yacimiento.

También pudiera ser una de esas tallas que dicen que hicieron paisanos contratados por Herminio Alcalde del Río para desprestigiar a Carballo dentro de la competición que tenían ambos por encontrar lo que fuera que se pudiera presentar al príncipe de Mónaco para pedir financiación.

Por fin llegamos a la ermita de la Virgen de las Nieves.



En la portada, una cruz inscrita en un círculo que remite a las tallas que veremos después:



En la finca de Las Nieves topamos con una familia que había subido a las vacas. Nos dijeron cómo llegar a Brañas Nías y de aquí a la Peña del Huevo, una de las estaciones conocidas de arte esquemático que hay en el monte.

Éstas son sus coordenadas UTM aproximadas:

X: 402.296,93
Y: 4.798.11,96

mapas.cantabria.es

Y éstas algunas de las fotos:



Cruces.



Líneas de cazoletas y cruces.

Están prácticamente todas las tallas picadas. Pero picadas con un pico, por alguien, picadas a posta. Apenas se salva alguna que pasa fácilmente desapercibida:




Es desolador. El entorno entero lo es:



Se supone que es un BIC. En realidad ya poco queda. No sé si habría que revisar tal declaración.

¿Qué pensar?

Está claro que quien las eliminó es el mismo que el que creyó que su explotación forestal peligraba con la declaración BIC.

¿Tan mal se hacen las cosas como para que una declaración BIC sea vista como una amenaza? Tirando de este hilo, ¿por qué hay municipios de Liébana o de los Montes de Pas que se desentienden de la propuesta de declaración de sus respectivos territorios como Reserva de la Biosfera? Es fácil echar la culpa a los vecinos, y seguro que sí, que la tienen, pero a cada uno la parte que le toca. ¿Por qué no se les ha podido convencer, si es que alguien siquiera lo ha intentado o si quien lo ha intentado no ha sido antes para medrar él? Pero aún más, ¿por qué se les tiene que convencer? Secundar lo que sea, sin más, es a todas luces insuficiente, máxime en pueblos con una tradición participativa (representada por los concejos) muy marcada, por fortuna. Que no se me entienda mal, no trato de exculpar a nadie. Por supuesto, al que haya picado los petroglifos de Cabrojo habría que llevarle a juicio. Lo que pretendo es abrir el foco para incluir a los que han hecho creer (o temer) al vecino que lo mejor es que los petroglifos desaparezcan.

Luego ya podemos entrar en lecturas posmodernas y decir que lo mismo que los vecinos tallan nuevos motivos, como rosetas, dando continuidad a una tradición milenaria, las hacen desaparecer, a las tallas, que todo forma parte de un mismo ciclo, etc. Muy bien, pero los petroglifos están picados, y eso no tiene vuelta de hoja. Es una tragedia se mire por donde se mire. Además de un delito.

Regresamos y a la altura de la ermita de la Virgen de las Nieves nos encontramos de nuevo a la misma familia de antes, que ya había vuelto de las vacas. Nos dijeron que la ermita estaba dedicada a las Nieves porque nevó un cinco de agosto, que es cuando se sube a la virgen de la ermita de abajo, donde está custodiada, compartiendo espacio con San Ignacio. Es una ermita, pues, la de la Virgen de las Nieves, dedicada a la nieve extemporánea que se ha asociado a la virgen precisamente por ser extemporánea, pero no directamente a la virgen. Nos dijeron también que en ella vivieron antiguamente beatas; de hecho en la falda que da a norte hay o había porque ya está perdida una fuente que llamaban la fuente de las beatas. También nos dijeron que lo mejor era bajar a Cabrojo por el camino que sigue la procesión, que es cruzando la finca que hay frente a la ermita, por el toral, hasta alcanzar una portilla que da paso al eucaliptal que ocupa prácticamente todo el monte, por donde solo hay que bajar y bajar hasta llegar a la ermita de San Ignacio, que, por cierto, sustituye a un templo anterior del que solo queda la espadaña.

Ya en el pueblo, el vecino primero vino en nuestra busca a preguntarnos si lo habíamos encontrado. Sí, le respondimos, y es cierto que están todas las tallas picadas. ¿Qué habrá sido, durante la guerra?, le pregunté maliciosamente. Cuántas guerras no habrá habido, respondió él, más zurdo todavía que yo. Y las que quedarán, remató.

En fin, todo el entorno merece una revisión profunda, incluida la veta de la que tanto hablan los vecinos. Y a otra escala, toda declaración BIC necesita de medidas concretas de protección, los efectos administrativos no son suficientes, es necesario adoptar medidas que tengan plasmación física.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si te refieres a este lugar, aquí (http://www.regiocantabrorum.es/publicaciones/conjunto_rupestre_de_cabrojo) dicen que la 'guerra' tuvo lugar a comienzos de 1994, incluso antes de la declaración de bic.

Anónimo pasiego

Serrón dijo...

Parece que la destrucción comienza antes de la declaración BIC, como bien dices. En cualquier caso, se produce como reacción a medidas de protección puestas en marcha por la administración autonómica que condujeron a su definitiva declaración BIC, es decir, forma parte del mismo proceso. Pero sí, el primer ataque se produce antes de su declaración formal. No lo cambio porque no afecta al sentido último del texto. Valga este comentario como corrección.

¡Gracias!

Serrón dijo...

La talla que parece una eme de una de las fotos se me hace ahora parecida al "marcu" de Lamiña.

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