viernes, 10 de mayo de 2019

Carracéu, barrio de Sopeña de Cabuérniga

Entradas más atrás decía que la abuela de una tía mía que tiene ahora más de ochenta años aseguraba que la actual C/ del Carmen de Sopeña de Cabuérniga, una de las mejores del valle, era en origen de casas bajas, algo que uno de los vecinos, el de la mejor casa, haciendo esquina, se resiste a creer, pero solo porque casa baja se asocia hoy a pobre.

Casas bajas serían por aquel entonces todas, supongo, y en consecuencia no serían bajas ni cosa semejante porque no habría con qué contraponer. Hasta que entró el maíz y las familias prosperaron, algunas, levantándolas (la noción de prosperidad es importante). Las de los pobres quedarían, entonces sí, bajas. Las de los pobres y las de aquéllos que se anticiparon y luego no siguieron adelante, no sé si porque empobrecieron y no pudieron o porque lo decidieron así, por ejemplo vargaretas primerizas que no se transformaron en balcones cuando llegó la moda del balcón.

La cuadra que el vecino utiliza para los caballos, el mismo que niega que la suya sea en origen baja, es una casa baja. Y está al lado de la suya. Casa y cuadra fueron casas bajas, la primera recrecida y la segunda rediseñada como cuadra, algo habitual. Por su parte, mi tía encontró una puerta gótica picando las paredes de su casa, que está en la misma hilera que las anteriores. No creo que hagan falta más pruebas.

La abuela de mi tía también decía que esa calle fue antiguamente, todavía más, una lera, es decir, una ribera pedregosa de río. Efectivamente, mi tía todavía recuerda el regato que pasaba al lado, donde se criaban patos. Yo mismo conocí de crío los árboles que crecían donde estaba el regato, hoy carretera, talados.

El barrio que está enfrente de la C/ del Carmen, y recordad que no es lo mismo calle (lineal) que barrio (alveolar), que la primera (que refleja cierta voluntad digamos urbanística asociada a poder político premoderno) es probable sea relativamente más reciente que el segundo (fruto del asentamiento de familias extensas de inmediato origen tribal en torno a una casa común que luego fue creciendo lateralmente por adición, aunque muchas de las que hoy tomamos por calles también pudieran ser resultado de asentamientos de familias extensas, asentamientos lineales en origen), decía, que enfrente de la C/ del Carmen hay un barrio que se llama Carracéu (castellano Carracedo) que parece presentar una raíz prerromana CARR- asociada a pedregal, como Carranceja (castellano Caranceja), Carriedu (castellano Carriedo) y otros. Si Carracéu fuera en origen un pedregal asociado a un río, el topónimo estaría trasladando un contenido que cuando la palabra prerromana perdió vitalidad sería sustituido por lera. La palabra romance para la calle (más reciente que el barrio) y el topónimo prerromano para el barrio (más antiguo que la calle). Es reflejo de la continuidad de la lengua.

Pongo fotos de casa en Carracéu:



El caso es que la memoria de mi tía, procedente de su abuela (mi abuela se casó dos veces, así que esta señora no es estrictamente mi bisabuela), que en suma remonta fácil 250 años (ochenta más otros ochenta naturales a los que sumar la latencia de la tradición que la abuela transmitió a mi tía), pudiera no estar muy desencaminada ni en lo de las casas bajas ni en lo del pedregal de Carracéu.

No obstante, ese sufijo patrimonial /-éu/ que se asocia al reino vegetal me hace dudar. Quizá Carracéu se pueda relacionar no con la raíz prerromana CARR-, "pedregal", sino con el latín CARIX, -ICIS, "hierba de humedal" o, más probable, con la familia del carrasco, que, las vueltas que da la vida, también parece presentar la raíz prerromana CARR- por ser un árbol que se encuentra cómodo en los pedregales, en un proceso equivalente al del gándaru, planta propia de las gándaras, que, recordemos, son pedregales entre cuyas piedras fluye el agua. Así, de no ser una palabra prerromana romanceada relativa a pedregal podría tratarse de una palabra prerromana romanceada relativa a un bosquete (quizá de ribera) cuyos árboles bien pudieran pertenecer a la familia del roble.

1 comentario:

Serrón dijo...

Y dispués de veer casas asina es cuandu unu oyi a un cosmupaletu capitalinu riísi de nós, "los de la boina", y cuda: "pero qué tonto e ignorante puede llegar a ser este tío".

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