Inventario de patrimonio construido pasiego y guía de buenas prácticas

Hace años se elaboró bajo la dirección de Manuel García Alonso un inventario de patrimonio construido pasiego que quedó en un cajón, ignoro el motivo, pero quizá el lobby eólico tenga mucho que decir al respecto. Se ha recuperado recientemente gracias a los funcionarios más comprometidos y puesto a disposición pública en la página de la Dirección General de Ordenación del Territorio del Gobierno de Cantabria, aquí.

Acompañando la recuperación de este inventario se ha elaborado una guía de buenas prácticas constructivas en territorio pasiego, dirigido en esta ocasión por el arquitecto Eduardo Fernández-Abascal Teira. Se encuentra disponible en el mismo enlace.

En la presentación de la guía Manuel García Alonso destacó que la cabaña pasiega es clave para la comprensibilidad del territorio pasiego, lo cual implica que si se desvirtúa la inteligibilidad de la cabaña, si al rehabilitarla se trastoca, no solo pierde la capacidad que tiene para explicarnos el entorno sino que descoyuntamos éste.

La única pega que se puede poner a la guía, y fue apuntada también por sus autores, es que no se trata de un catálogo normativo de soluciones arquitectónicas, es decir, no es un documento de obligado cumplimiento. Hace falta un poco más de madurez, en opinión de los autores, para dar ese paso, inmadurez que yo interpreto como falta de seguridad en nosotros mismos, en lo que valemos.

En los Montes de Pas no hay, por ejemplo, iglesias románicas. Pero las iglesias románicas, si me apuráis, son naves extraterrestres (porque hoy ya son difíciles de interpretar) que poco tienen que ver con su entorno. No es que prescindan de todo anclaje territorial, de hecho se habla de románico montañés (o se hablaba), pero su relación con el entorno no es su principal característica. Ni falta que le hace al Arte Románico, por supuesto. Las cabañas pasiegas, sin embargo, están imbricadas en el territorio, son el brocal al que asomarnos para entender de raíz todo lo que sucede a nuestro alrededor. No digo que sean mejores que las iglesias románicas. Solo que representan otra oportunidad. Y que lo más inteligente por nuestra parte sería aprovecharla.