"El templo se encuentra en la ciudad de Curtea de Arges (la Corte de Arges), una de las capitales del país anteriores a Bucarest. El paisaje es de suaves colinas, anuncio de los Cárpatos vecinos, donde ya no es todo soleado y risueño, diáfano y radiante.
Se cuenta que antiguamente, cuando sentaban los cimientos de un edificio, los albañiles solían "robar" la sombra de alguien midiéndola con una caña y enterrando la caña en la zanja para que la obra prosperase en solidez y hermosura, y que quien así se quedaba sin sombra, solía morir en el plazo de cuarenta días. También se cuenta que, andando el tiempo, los albañiles, por evitar disgustos a la gente y por rehuir la antipatía popular, se dedicaban a enterrar cabezas de cordero, que rompían cualquier maleficio contra la casa y al mismo tiempo dejaban una sabrosa carne que daba pretexto para opíparas comidas, a lo cual tan aficionados son los rumanos".
De Donde habita Zamolxe: Leyendas y cuentos populares de Rumanía (Doncel, 1973) de Ángela C. Ionescu, p. 193.
Creo que es en el yacimiento de Monte Bernorio donde se han encontrado cráneos no sé si de vaca o de toro enterrados alrededor de varias cabañas o de una grande en particular, no lo recuerdo, pero lo traigo aquí por la posible relación con el texto puesto arriba.
También en relación las jeras de los vecinos de Guriezu, aquí.
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