"P.- ¿Qué trabajo era el más difícil de hacer allá arriba?
R.- Lo más costoso era coger las bravas, que las metíamos en una laguna pa cogerles los campanos o aflojáselos.
P.- ¿Qué era la laguna?
R.- Es una lamiza donde pinta el pastor los palos. Tiene tinta, se coge el palo, se pinta y luego se tuesta al fuego y quedan muy bonitos. Con las abarcas, una vez terminás, le dábamos corteza de alisa en frescu y luego se rodean de berezos y se prendi fuegu: después de un tiempu salen dorás. También se pintan con calostros o ahumás: quedan muy guapas."
De entrevista al pastor iguñés Francisco Herrán Treco, aquí.
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