El calor parecía llegar más fuerte impulsado por el nordeste.
Los pájaros blancos, un puñado, huían con el viento a favor pero en desorden de una figura negra, otro pájaro que los perseguía.
Fue verlos pasar. La persecución coincidía con mis pensamientos y eso hizo que me fijara.
Dentro de mí no les dio alcance.
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