sábado, 4 de enero de 2025

Los patines

Yo de pequeña quería patines, me cuenta mi madre mientras estamos de compras, es lo único que pedí en toda mi vida, y tu abuela me decía que no, que para qué quería patos, para matarme, y yo que no, mama, que son patines no patos.

(mi abuela debía creer que mi madre estaba utilizando un diminutivo patrimonial para referirse a los patos y ganársela, y ella, malhumorada, sin saber muy bien de qué le estaba hablando su hija, blandía la palabra sin diminutivo)

Mi madre insistió hasta que mi abuela le sacó un tarro que tenía escondido en el cornejal y le dijo, mira, cuando esté lleno hasta aquí, y señalaba la boca del tarro, compramos los patos. Mi madre se conformó. Finalmente le compraron los patines.

En relación, aquíaquí y aquí.

viernes, 3 de enero de 2025

El estornudo

Estornudo y mi tía dice "¡Santines!".

Cuando el agua nace por encima de las nubes bajas

Me puso sobre la pista un paisano al que le parecía un misterio que en la cumbre de Mozagro hubiera un nacimiento.

Si buscas agua, búscala arriba, decía. Sale más pura. Es lo que hacen los animales, aclaró.

Yo mismo me he visto preguntando a un catedrático sobre el agua que aflora en La Brañuca l´Altu de Cabuérniga, el cual me respondió, lógicamente, que alguna elevación mayor habría próxima (creo que no, pero es mejor no llevarle la contraria).

Lo digo porque el carácter sagrado de Peña Sagra, si es que efectivamente se trata de una montaña sagrada, puede que se deba al Pozu (de) La Vega que se abre en la cima, símbolo del encuentro entre el cielo y la tierra, el centro del mundo (Mircea Eliade en El mito del eterno retorno).

miércoles, 1 de enero de 2025

Abaju y arriba


Abaju, el barriu cabuérnigu de Culapeña. Arriba, mijía conas estrellas, enos prejundos del cielu, la estación espacial enternacional.

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