Las quemas habían empezado el sábado a mediodía, aprovechando el sur. Estaba previsto que por la noche lloviera. Pero la lluvia no hizo acto de presencia hasta el domingo por la tarde, tras haber arrasado el fuego prácticamente todas las cumbres del valle. Todos los vecinos coinciden en que éste ha sido uno de los peores años, y eso que otros ha ardido hasta el agua.
- ¿El agua? - pregunto.
- El agua, la goma.
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