Subiendo a La Cruz de Sopeña de Cabuérniga.
"Si por algún casual la madera cortada no estaba seca, esto es libre de
la savia, se secaba con agua, introduciéndola en un regato o en un arroyo porque al fluir la corriente arrastraba con ella toda su savia y limpiaba la madera."
Cita tomada del libro Serrones de Cantabria: Los últimos obreros forestales manuales de España (Centro de Estudios Montañeses, 2003) de Ángel San José Mediavilla, p. 57, aquí.
No sé si la madera de las fotos está secando o no pero apostaría que sí.
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