Salió a hablar con nosotros y de unas flores que había en su corral nos dijo que eran pensamientos, que los tenía en una maceta del portalón pero que se los llevó el viento, los pájaros y que ahora le salían en el suelo.
Son de hibiernu, peru esti veranu está hiciendo malu - aclaró. El día seguía cubierto. Las formas de las nubes no eran de animales sino de manadas.
Entraban a Mozagro.
La señora era clara: las ideas se le trasparentaban en los ojos - la tez también clara, como el pelo - antes de restallar en el cielo del paladar y lanzarlas como relámpagos. Hablaba haciéndose visera con la mano:
a los pensamientos
- hace una pausa y se hace el silencio -
a los pensamientos
los ajuega la primovera
la lluvia de primovera.
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