martes, 15 de enero de 2019

Tres arremetidas

Primero era todo un parque eólico enorme que incumplía la ley.

Después, el mismo parque se troceó para que la afección medioambiental de cada parte fuera menor, tratando así de salvar las restricciones legales, infructuosamente.

Hoy se está tratando de modificar la ley, que se presenta como un impedimento (así lo titulaban los periódicos locales ayer mismo), para que las distintas partes puedan recomponerse en un gran parque, el de origen, al que no se hará pasar por control medioambiental alguno.

Si no se puede esquivar la ley, se modifica.

Se modifica en beneficio de quién, cabría preguntarse.

Del que paga, claro.

Del que paga a quién, es la pregunta que deberíamos hacernos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una vergüenza.

Raúl Molleda García dijo...

Y un fraude cometido por las autoridades encargadas de preservar el territorio. Sus intereses políticos son los de los promotores, a costa de no cumplir con su cometido legal.

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