miércoles, 26 de junio de 2019

El origen de los "morenales"

En Cueto (Santander) sabemos que las fincas no tienen puerta, aquí.

Bien mirado, en las mieses montañesas las fincas ni siquiera tienen paredes, solo una compartida por todas que además se derrompía cuando bajaba el ganado del monte. En relación con la derrota se encuentra el adjetivo derrotu que sirve para definir lo que tiene apariencia solitaria, lo que parece desolado.

Se reconocen dos tipos básicos de accesos a las fincas: el pasiego y el montañés. El pasiego se compone de dos piedras acanaladas, acanaladuras donde encajan tres, cuatro o más tablas. Si queréis es una solución que empalma con los tablaos que separan las estancias, sean cabañas pasiegas o casas montañesas. El segundo tipo o montañés se caracteriza por el uso de palancos, no de tablas. Los palancos convenientemente numerados reposan bien en elementos de madera o bien de piedra. Los de madera se llaman istiales y los de piedra morenales. Es un resumen muy grosero.

La palabra morenal, con abundancial /-al/, viene del latín MURUS, "muro", lo mismo que murión, castellano "caracolillo".

Morenales...

...de Rancho Grande (Campogiro, Santander), probablemente reutilizado o más antiguo que el propio barrio:



...de La Barcenuca de Sopeña de Cabuérniga:



En Cabuérniga hay muchos por el estilo, supongo que asociados al antiguo camino real, luego carretera nacional o general (donde jugábamos a adivinar qué coche era el que se oía a lo lejos y para los que no teníamos ni idea de coches, de qué color era).

No soy yo muy partidario del darwinismo social, es decir, no creo que, por ejemplo, las lenguas minorizadas lo sean porque les ha llegado su hora; por eso es que utilizo el adjetivo minorizadas y no minoritarias. Tampoco creo en el evolucionismo (llamémoslo así) cultural: es decir, no creo que deba existir un precedente primitivo del morenal, por ejemplo.

Pero de haberlo sería así:



Está en una finca perdida de camino a Las Cascadas (castellano) / Pozu l´Infiernu (montañés), en Viaña de Cabuérniga.

Si creyera en el evolucionismo cultural entendería que el precedente del morenal es una piedra sin labra seleccionada por su forma haciendo de tope, conteniendo la pared, como la de las fotos. Sin más. Luego ese tope se labraría, también para recibir los palancos e iría evolucionando hasta alcanzar las formas actuales. Pero, como decía, al no creer en el desarrollo lineal de la cultura, el morenal de Viaña (si cabe considerarlo tal cosa) puede que sea posterior al de cualquier otra finca del pueblo, aunque no lo parezca, o puede que responda a una tipología reciente condicionada por las características del terreno o por el tipo de explotación, nada que ver con la antigüedad. Hay que tener cuidado y no dejarnos llevar por el primitivismo: no por ser una piedra basta tiene que ser más antigua que otra labrada. Aunque hay que reconocer que cuesta contenerse.

Un ejemplo más completo (si es que al anterior le falta algo) o si se quiere intermedio lo encontramos al pie de la carretera de acceso a Viaña:



Se aprecia la piedra de contención y superpuesto un istial antiguo, en desuso, y otro más reciente (no se ve bien en la foto) que sigue operativo. ¿Las piedras de contención estarían asociadas sí o sí a istiales? ¿La labra de los primeros morenales se emprendería por imitación de los istiales, para así ahorrar un elemento (si reproduces en la piedra de contención las muescas del istial te puedes ahorrar éste) o hacer este elemento más duradero? ¿Estas piedras de contención son propiamente morenales o todavía no?

1 comentario:

Serrón dijo...

El "morenal" con ese abundancial a pesar del singular me parece un caso parejo al de "esquinal".

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