jueves, 19 de enero de 2023

Posible ejemplo de finca abierta en pedregal para evitar tala

Ya lo he apuntado otras veces, por ejemplo aquí y aquí. Hay antiguas fincas que parecen abiertas en garmas porque a los antiguos quizá les pareció más fácil apartar piedras que talar árboles. Presupongo que estaba todo ocupado por bosque y que nuestros antepasados tuvieron que decidir entre talar o buscar alternativas, como apartar piedras.

No obstante, puede que cuando se abrieron estas fincas apartando piedras ya estuviera todo ocupado pero no por bosque sino por otras fincas. Por eso habrían llegado hasta nosotros, porque, siendo marginales, nadie se habría interesado por ellas. Por eso también topónimos como Sil Vieju, porque serían de las antiguas las únicas que no habrían sufrido transformación alguna, por su marginalidad, por su escaso interés.

Yo me quedo con la primera opción.

En resumen, mi hipótesis es que son fincas abiertas entre piedras, en garmas, para evitar talar en un contexto tomado por el bosque, de ahí que sean identificadas como antiguas, por ser las primeras, las fundacionales, pero con la prevención de que puede que se trate de fincas antiguas obtenidas literalmente de debajo de las piedras en competencia con otras que ocupaban los mejores espacios y que precisamente por ser las peores, mientras las otras se iban transformando en otras cosas, a estas nadie las habría pretendido y es por este motivo que habrían llegado hasta nosotros.

Pasa como con pueblos como Tresviso o San Sebastián de Garabandal, que los tenemos como pueblos marginales que nacieron por presión poblacional moderna. Pero a mí me parece que son pueblos que se pueden explicar desde una lógica diferente a la actual, por ejemplo defensiva, aquí. Como estas fincas, que creemos que son marginales cuando puede que lo que ocurra es que respondan a una lógica diferente.

La foto está hecha en la ladera a norte del Mirotón, encima del pueblo de Sopeña de Cabuérniga. El palu pintu apunta a lo que parece una antigua dejesa, aquí. No descarto que antes fuera un sel. No sé su nombre.

Toda esta ladera está en su parte alta preparada para recibir árboles que nunca llegaron a plantarse o si se plantaron no medraron. Está arrasada. Se echa ahí el ganado a pastar libremente. A media ladera hay un revoltijo de piedras generalizado que llama la atención. Es donde está tomada la foto. A continuación, plantaciones de pino y al final mata al pie del río interrumpida por algún prado de difícil acceso, como El Paulón, cuyo topónimo ya está indicando que es muy húmedo.

3 comentarios:

Serrón dijo...

Puei tamién que buscaran contornos cripíos de piedras pa evitar que se arrimen las vacas y pazan la herba.

Serrón dijo...

Esta última idea se me jaz bien guapa.

Serrón dijo...

Me parece que he estado equivocado hasta ahora. Me parece que este tipo de fincas abiertas en medio de pedregales son efectivamente "dejesas", es decir, prados en mitad del monte, a media ladera, donde ahora están (y desde hace poco más de un siglo) los "invernales", monte donde se encuentra el ganado "en abertal", suelto, por lo que hay que defender la hierba de ellos. ¿Cómo? Hemos visto muchas fincas rodeadas de grandes piedras, muy llamativas. Estas piedras están para que no entren y para que aun sin poder entrar no puedan asomarse y comer la hierba desde fuera. Se ve que sí resultaba más fácil apartar piedras de una "garma" que serviría como protección, o aprovechar algún calvero dentro de la "garma", que arrastrar grandes piedras e hincarlas alrededor de lo que en origen serían "brañas", "campas" o "seles".

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