sábado, 30 de noviembre de 2019
Tronzamientu hidrólicu, nou
Esta movición la jedarin los vicinos, es una movición ensin padrinos, alventistati, que nació ena calli, corriendo´l soletu, juera l´asubiu de pulíticos, juera´l socallu del dineru de naidi, sola, de muchos.
Y a la calli güelvi.
Los últimos cartelis, rojos, los están esticando
cumo homenaji
anónimu, los anónimos.
La lluvia d´estos días los atotogará, los ateclará
jasta ismucilos:
esas nubis bajas
al acanci de la mano
que arrendan los sueños cumplíos.
viernes, 29 de noviembre de 2019
jueves, 28 de noviembre de 2019
Apunte para una sociología de la imagen
Dice mi tía Amaliuca que las familias no son grandes ni numerosas, sino largas, y me pregunto si esta expresión no tendrá que ver con la forma como se representaban antiguamente las familias numerosas, en fila y por edad o altura, lo que a su vez hace que me pregunte si este orden es ante la cámara de fotos o si viene de más atrás, en cuyo caso la forma de posar ante la cámara sería heredada, sin ser yo capaz de adivinar de dónde procedería tal herencia.
En casa de mis abuelos paternos había una foto de la familia de mi abuela, larguísima, todos en fila y posando de frente. Lamentablemente no sé dónde quedó.
La foto que pongo a continuación es ya otra cosa: probablemente esté tomada por alguien de la propia familia, hay cierta intención estética, no parece un documento probatorio o con el que realizar recuento de la familia, las emociones quedan patentes, no hay envaramiento ni sometimiento sino naturalidad, etc.
(cabría preguntarse quién dio por buena y por qué una foto en la que todas las mujeres salen en sombra y los hombres iluminados)
Viendo esta otra foto de los años treinta tomada en Niza me doy cuenta de que la anterior, datada en los primeros setenta, es heredera del posado propio de las clases pudientes, que ya lo hacían con esa soltura cuarenta años atrás, y que el posado de la foto de la familia de mi abuela paterna, la hilera hiératica, es característico de las clases subalternas o populares.
Hoy ya ninguna familia posa en hilera, o al menos no es un posado estándar. Será porque apenas quedan familias numerosas. Pero cuando las había, convivía un posado emocional elitista con otro probatorio subalterno desaparecido a los pocos años, quedando solo el primero, quizá como ejercicio melancólico.
Y volviendo al principio, ¿de dónde procede este posado en hilera? ¿Es resultado de la recepción de la cámara de fotos o es adaptación de alguna costumbre anterior? ¿Tendrá algo que ver la expresión "familia larga" en todo ello?
En casa de mis abuelos paternos había una foto de la familia de mi abuela, larguísima, todos en fila y posando de frente. Lamentablemente no sé dónde quedó.
La foto que pongo a continuación es ya otra cosa: probablemente esté tomada por alguien de la propia familia, hay cierta intención estética, no parece un documento probatorio o con el que realizar recuento de la familia, las emociones quedan patentes, no hay envaramiento ni sometimiento sino naturalidad, etc.
(cabría preguntarse quién dio por buena y por qué una foto en la que todas las mujeres salen en sombra y los hombres iluminados)
Viendo esta otra foto de los años treinta tomada en Niza me doy cuenta de que la anterior, datada en los primeros setenta, es heredera del posado propio de las clases pudientes, que ya lo hacían con esa soltura cuarenta años atrás, y que el posado de la foto de la familia de mi abuela paterna, la hilera hiératica, es característico de las clases subalternas o populares.
Hoy ya ninguna familia posa en hilera, o al menos no es un posado estándar. Será porque apenas quedan familias numerosas. Pero cuando las había, convivía un posado emocional elitista con otro probatorio subalterno desaparecido a los pocos años, quedando solo el primero, quizá como ejercicio melancólico.
Y volviendo al principio, ¿de dónde procede este posado en hilera? ¿Es resultado de la recepción de la cámara de fotos o es adaptación de alguna costumbre anterior? ¿Tendrá algo que ver la expresión "familia larga" en todo ello?
miércoles, 27 de noviembre de 2019
Román San Emeterio y el cántabro
Leo que Román San Emeterio es el responsable de patrimonio, historia e identidad en el Consejo Cántabro de Cultura del Gobierno de Cantabria. De todos los profesionales que forman parte de este órgano asesor, a él toca remar a favor del cántabro. Así lo esperamos. En esta labor suya puede contar con el apoyo desinteresado de muchos.
martes, 26 de noviembre de 2019
"Proteger" de Raúl Molleda
"El cuncursu eólicu lu quierin sacar los unos y los otros aprisa y curriendo, a campanos tapaos y jaciendo leis pa saltasi las leis, fielis al ispíritu PSIR y a la idea de que la protección impide el desarrollo."
En "Proteger" de Raúl Molleda, aquí.
En "Proteger" de Raúl Molleda, aquí.
lunes, 25 de noviembre de 2019
Fotos conservadas en la BNE de campos de concentración santanderinos
Fotografías de los campos de concentración de La Magdalena y Corbán conservadas en la Biblioteca Nacional de España, aquí, enlazadas por La Vorágine.
domingo, 24 de noviembre de 2019
En casa
Regino Mateo es escritor, editor, profesor de español, programador, promotor de clubes de lectura rurales...
Sabe lo que es una lera.
Sabe también que tiene aquí su casa.
Sabe lo que es una lera.
Sabe también que tiene aquí su casa.
sábado, 23 de noviembre de 2019
De leras y vistas
Hay que pensar que quien no sabe qué es una lera ni siquiera la ve.
Los que sabemos lo que es y la vemos, sabemos que se trata de una alternativa viable a los encauzamientos agresivos de los ríos.
Pero los que ni saben lo que es ni la ven difícilmente la podrán considerar como una alternativa. Restringen, así, las posibles soluciones a las estándares, a las de probeta, cuando la cultura del territorio ofrece soluciones afinadas durante generaciones, despreciadas por desconocimiento.
El cántabro es la mejor herramienta de interlocución con el territorio.
Despreciar el cántabro es reducir el mundo de lo visible. Es no hallar. Es cegarnos.
Los que sabemos lo que es y la vemos, sabemos que se trata de una alternativa viable a los encauzamientos agresivos de los ríos.
Pero los que ni saben lo que es ni la ven difícilmente la podrán considerar como una alternativa. Restringen, así, las posibles soluciones a las estándares, a las de probeta, cuando la cultura del territorio ofrece soluciones afinadas durante generaciones, despreciadas por desconocimiento.
El cántabro es la mejor herramienta de interlocución con el territorio.
Despreciar el cántabro es reducir el mundo de lo visible. Es no hallar. Es cegarnos.
Poema de Natalia Litvinova
Los marranos ruein
los cimientos,
remuevin sobras
y casaris conos sús jucicos,
comin lu que jallan,
indifirientis al sabor.
Nós en cambéu
mos jacemos
a estar ajambraos.
De Cesto de trenzas (La Bella Varsovia, 2019), de Natalia Litvinova.
los cimientos,
remuevin sobras
y casaris conos sús jucicos,
comin lu que jallan,
indifirientis al sabor.
Nós en cambéu
mos jacemos
a estar ajambraos.
De Cesto de trenzas (La Bella Varsovia, 2019), de Natalia Litvinova.
viernes, 22 de noviembre de 2019
Duro y blando, "gajucu" y "erdera"
Los euskaldunes se definen por la lengua. Todo el que la emplea, es. El que no, pasa a ser erdera.
En Cabuérniga se emplea la palabra gajucu para designar a todo aquel que no posea sangre cabuérniga.
Tanto erdera como gajucu sirven para lo mismo, para segregar. Son formas equivalentes a los bárbaros, los otros.
Ahora bien, la noción vasca es más flexible que la cabuérniga. Todo el que hable vasco, está dentro. De ahí que estando el vasco constituido en más de un 70% por palabras latinas sea considerada una lengua no romance sino prerromana. Su clave es la asimilación, la integración. En cambio, la noción cabuérniga es dura, irrefutable, sin margen de maniobra. O eres o no eres, para siempre. O hasta la extinción.
De resultas, el vasco sobrevive mientras el montañés languidece.
En todo caso, cuidado, porque parece que estoy echando la culpa de su condición exclusivamente a las lenguas minorizadas, cuando si están minorizadas es porque hay un agente externo (que puede ser complejo o multifactorial) que las minoriza. Pero la actitud, la forma de encarar la vida (pensar que no es más que un encaminarse hacia la muerte, por ejemplo) es indudable que está ahí, se note más o menos.
Y ahora que sabemos que para sobrevivir hay que abrirse, creo que estamos en disposición de reconocer la necesidad de acometer una tarea doble: rescatar patrimonio lingüístico, sí, y además en todas sus dimensiones (no conformarnos con el campo semántico residual, sino trabajar para recuperar el significado cuanto más amplio, cuanto más multifacetado mejor, siempre que tengamos claro que lo que nos ha llegado es el resto de una riqueza perdida que procede recuperar y no que la riqueza sea precisamente la especificidad del significado, en cuyo caso no procede ampliar su campo semántico), no solo recuperar patrimonio, decía, sino también probar a integrar soluciones no heredadas (no quiero decir genéticamente ajenas porque realmente pocas lo son si tomamos al cántabro como una lengua romance viva) como por ejemplo cochi por coche, reonda por rotonda o semáforu por semáforo, por no salir de un mismo contexto.
Y si una y otra son importantes por separado, la relación entre ambas vertientes, el respeto mutuo, la colaboración entre hablantes patrimoniales y neohablantes, el trasvase de significados de una esfera a otra, etc., lo es todavía más.
En Cabuérniga se emplea la palabra gajucu para designar a todo aquel que no posea sangre cabuérniga.
Tanto erdera como gajucu sirven para lo mismo, para segregar. Son formas equivalentes a los bárbaros, los otros.
Ahora bien, la noción vasca es más flexible que la cabuérniga. Todo el que hable vasco, está dentro. De ahí que estando el vasco constituido en más de un 70% por palabras latinas sea considerada una lengua no romance sino prerromana. Su clave es la asimilación, la integración. En cambio, la noción cabuérniga es dura, irrefutable, sin margen de maniobra. O eres o no eres, para siempre. O hasta la extinción.
De resultas, el vasco sobrevive mientras el montañés languidece.
En todo caso, cuidado, porque parece que estoy echando la culpa de su condición exclusivamente a las lenguas minorizadas, cuando si están minorizadas es porque hay un agente externo (que puede ser complejo o multifactorial) que las minoriza. Pero la actitud, la forma de encarar la vida (pensar que no es más que un encaminarse hacia la muerte, por ejemplo) es indudable que está ahí, se note más o menos.
Y ahora que sabemos que para sobrevivir hay que abrirse, creo que estamos en disposición de reconocer la necesidad de acometer una tarea doble: rescatar patrimonio lingüístico, sí, y además en todas sus dimensiones (no conformarnos con el campo semántico residual, sino trabajar para recuperar el significado cuanto más amplio, cuanto más multifacetado mejor, siempre que tengamos claro que lo que nos ha llegado es el resto de una riqueza perdida que procede recuperar y no que la riqueza sea precisamente la especificidad del significado, en cuyo caso no procede ampliar su campo semántico), no solo recuperar patrimonio, decía, sino también probar a integrar soluciones no heredadas (no quiero decir genéticamente ajenas porque realmente pocas lo son si tomamos al cántabro como una lengua romance viva) como por ejemplo cochi por coche, reonda por rotonda o semáforu por semáforo, por no salir de un mismo contexto.
Y si una y otra son importantes por separado, la relación entre ambas vertientes, el respeto mutuo, la colaboración entre hablantes patrimoniales y neohablantes, el trasvase de significados de una esfera a otra, etc., lo es todavía más.
jueves, 21 de noviembre de 2019
UI y UIMP
El otro día finalmente pude acercarme a la conferencia sobre la Universidad Internacional de Verano de Santander (UI) y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) impartida por Jesús Ferrer en el Paraninfo de la UC. Excelente, como nos tiene acostumbrados.
En pocas palabras, se puede afirmar con documentos en la mano que son dos instituciones diferentes, la primera inaugurada en 1932 y la segunda en 1945, durante la República la primera y durante la Dictadura la segunda, que además asientan sus cimientos en tradiciones también distintas: liberal-laica la UI (dentro de una pléyade compuesta por la Institución Libre de Enseñanza, diseñada en el pueblo de Valle de Cabuérniga; la Junta para la Ampliación de Estudios, dirigida por Cajal; la Estación de Biología Marina de Augusto González de Linares, etc.) y católica-reaccionaria la UIMP, heredera no del proyecto republicano, como se ha querido hacer ver durante la Transición, aun sin hacer nada por corregirse, sino de iniciativas nacidas precisamente para contrarrestar a la UI, tales como los cursos de español para extranjeros de la Sociedad Menéndez Pelayo o los cursos organizados por el Cardenal Herrera Oria en el Colegio Cántabro.
Dos realidades distintas, incluso cabría decir que opuestas, siendo la UIMP actual continuación de la segunda, habiendo desaparecido la primera.
Jesús Ferrer es uno de nuestros historiadores más capaces.
En pocas palabras, se puede afirmar con documentos en la mano que son dos instituciones diferentes, la primera inaugurada en 1932 y la segunda en 1945, durante la República la primera y durante la Dictadura la segunda, que además asientan sus cimientos en tradiciones también distintas: liberal-laica la UI (dentro de una pléyade compuesta por la Institución Libre de Enseñanza, diseñada en el pueblo de Valle de Cabuérniga; la Junta para la Ampliación de Estudios, dirigida por Cajal; la Estación de Biología Marina de Augusto González de Linares, etc.) y católica-reaccionaria la UIMP, heredera no del proyecto republicano, como se ha querido hacer ver durante la Transición, aun sin hacer nada por corregirse, sino de iniciativas nacidas precisamente para contrarrestar a la UI, tales como los cursos de español para extranjeros de la Sociedad Menéndez Pelayo o los cursos organizados por el Cardenal Herrera Oria en el Colegio Cántabro.
Dos realidades distintas, incluso cabría decir que opuestas, siendo la UIMP actual continuación de la segunda, habiendo desaparecido la primera.
Jesús Ferrer es uno de nuestros historiadores más capaces.
martes, 19 de noviembre de 2019
lunes, 18 de noviembre de 2019
DIDPATRI
DIDPATRI, grupo de investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona dedicado a didáctica del patrimonio, aquí.
Es ésta una buena forma de trasladar los resultados de investigación a la ciudadanía.
En Cantabria nos queda pasar del estudio a la aplicación del mismo. Y ésto lo han de exigir las instituciones que subvencionan.
Es ésta una buena forma de trasladar los resultados de investigación a la ciudadanía.
En Cantabria nos queda pasar del estudio a la aplicación del mismo. Y ésto lo han de exigir las instituciones que subvencionan.
domingo, 17 de noviembre de 2019
jueves, 14 de noviembre de 2019
Minorías despreciadas
"La zona afectada [parque eólico del Escudo] se encuentra alejada de poblaciones importantes y solo pequeños núcleos como Molledo, Silió, Lanchares, Corconte o Luena se localizan en las proximidades", dice la empresa responsable del proyecto, la cántabra Biocantaber.
miércoles, 13 de noviembre de 2019
El Escudo y los aerogeneradores
La transición a la energía verde es, además de inevitable, deseable. Ahí no está el debate. El debate está en cómo se va a ejecutar dicha transición.
Si creemos que el mundo en que vivimos es el mejor posible y que nada tiene que ver la desigualdad con la emergencia climática, bien, entonces que pongan los molinos eólicos donde les plazca y que compren la voluntad de los afectados. Que sea tanto lo que demos de comer a las grandes empresas que las migajas que caigan de su mesa satisfagan las necesidades que nos han enseñado previamente a tener. Que siga petando el planeta, de otra manera, pero que siga petando.
Por el contrario, si creemos que esta transición es una oportunidad para hacer las cosas mejor, entonces empecemos haciendo las cosas mejor. Los molinos eólicos no se pueden poner donde se quiera, sino donde se pueda. Y decir "donde se pueda" significa contemplar un amplio abanico de realidades, siendo la principal, a mi modo de ver, la diversidad, pues es ésta precisamente la que da carta de naturaleza a todas las demás: si una opción cancela al resto, si entierra a las demás, no es una buena opción.
El Escudo, sistema montañoso donde se ha anunciado la construcción de un parque eólico tremebundo, fue escenario de las Guerras Cántabras. Esto significa que no se puede plantar un molino en mitad del castro que está en la vertical de Silió, por ejemplo. Pero es que estamos hablando de un territorio, de un sistema, no de un punto u otro aislados. Así, al lado de este castro se emplaza un campamento romano y a la vista hay tantos castros como cumbres y probablemente igual número de campamentos romanos. No se puede obviar esta realidad. No se puede cercenar. Y si empiezan a chantajear con que si somos pobres, que si ésta es una oportunidad para hacer dinero, etc., malo: engaño.
Y como no me fío, creo que se debiera empezar a plantear la aplicación de figuras de protección que trasciendan los elementos concretos, que éstos queden cubiertos, sí, pero dentro de sistemas abarcadores, también con proyección territorial, caso de las Guerras Cántabras, que a todas luces parece necesario contemplar desde una perspectiva amplia. Hay que aplicar figuras de protección redimensionadas al alza y si no las hay, crearlas porque es lógico que las haya, además de necesario. Porque si no lo hacemos así lo van a despiezar todo y entonces sí que olvidaos: imperará eso, el olvido.
Si creemos que el mundo en que vivimos es el mejor posible y que nada tiene que ver la desigualdad con la emergencia climática, bien, entonces que pongan los molinos eólicos donde les plazca y que compren la voluntad de los afectados. Que sea tanto lo que demos de comer a las grandes empresas que las migajas que caigan de su mesa satisfagan las necesidades que nos han enseñado previamente a tener. Que siga petando el planeta, de otra manera, pero que siga petando.
Por el contrario, si creemos que esta transición es una oportunidad para hacer las cosas mejor, entonces empecemos haciendo las cosas mejor. Los molinos eólicos no se pueden poner donde se quiera, sino donde se pueda. Y decir "donde se pueda" significa contemplar un amplio abanico de realidades, siendo la principal, a mi modo de ver, la diversidad, pues es ésta precisamente la que da carta de naturaleza a todas las demás: si una opción cancela al resto, si entierra a las demás, no es una buena opción.
El Escudo, sistema montañoso donde se ha anunciado la construcción de un parque eólico tremebundo, fue escenario de las Guerras Cántabras. Esto significa que no se puede plantar un molino en mitad del castro que está en la vertical de Silió, por ejemplo. Pero es que estamos hablando de un territorio, de un sistema, no de un punto u otro aislados. Así, al lado de este castro se emplaza un campamento romano y a la vista hay tantos castros como cumbres y probablemente igual número de campamentos romanos. No se puede obviar esta realidad. No se puede cercenar. Y si empiezan a chantajear con que si somos pobres, que si ésta es una oportunidad para hacer dinero, etc., malo: engaño.
Y como no me fío, creo que se debiera empezar a plantear la aplicación de figuras de protección que trasciendan los elementos concretos, que éstos queden cubiertos, sí, pero dentro de sistemas abarcadores, también con proyección territorial, caso de las Guerras Cántabras, que a todas luces parece necesario contemplar desde una perspectiva amplia. Hay que aplicar figuras de protección redimensionadas al alza y si no las hay, crearlas porque es lógico que las haya, además de necesario. Porque si no lo hacemos así lo van a despiezar todo y entonces sí que olvidaos: imperará eso, el olvido.
martes, 12 de noviembre de 2019
Dr. Severiano Bustamante, foto
Detuvieron a un médico interno de la Casa de Salud Valdecilla y lo metieron en el barco prisión Alfonso Pérez.
El jefe de Servicio, Dr. Severiano Bustamente, fue a rescatarlo.
Asesinaron a los dos.
En el recorte aparece foto del Dr. Severiano Bustamante. Tengo que encontrar el nombre del interno.
El jefe de Servicio, Dr. Severiano Bustamente, fue a rescatarlo.
Asesinaron a los dos.
En el recorte aparece foto del Dr. Severiano Bustamante. Tengo que encontrar el nombre del interno.
lunes, 11 de noviembre de 2019
Bernardo Atxaga, entrevista
Muy interesante entrevista a Bernardo Ataxaga, último Premio Nacional de las Letras Españolas, aquí.
domingo, 10 de noviembre de 2019
viernes, 8 de noviembre de 2019
Sen (versión en cántabru)
Cambearin el semáforu que hay enti Jesús de Monasterio y la calli Burgos, que abora vienin cochis decacullá. Dende´l láu de Jesús de Monasterio hay poca visibilidá. No asina dende´l otru. Los del otru láu los hay que saltan col semáforu en roju porqui vein si vienin o no cochis. Ahier un mozu con un monopatín, que tuvu d´abrir güecu enti los qu´estábamos aparaos ena cera d´enfrenti pa pasar. Unas señoras no se apartarin y el mozu tuvu de jacer un esparajismu pa no caer.
Y ya entainarin las señoras cona zuna de los monopatinis létricos, con razón. Eso hay d´arregulalo.
Peru en cuantis cambeó´l semáforu a verdi ya estaban con que si, por demás, era marruquí.
Alampaba por dicilis algu, peru no lo jiz y siguí alanti. Aparé nel escaparati de la libriría Kattigara de la calli San Luis. En pasando unos minutos, me acanzarin. Ya iban dijendo que qué vergüenza, que jasta óndi íbamos a allegar, qu´es una invasión.
El pelu canu, que abora es curríu, sueltito. Tamién yo lu llevu canu. Zapatos conos que taconiar si es casu. Los míos de lluvia son de curita y no teno otros. Abrigos d´esos de anti que empapan. Yo una parca con botonis de marineru que tamién. Parauguas. De Sanander de tula vida.
Y me metí dentru gutu, a ilame enti libros.
Ellas trespusierin, del ramal. No sé jasta óndi allegarían. Peru allá lejonas.
Y ya entainarin las señoras cona zuna de los monopatinis létricos, con razón. Eso hay d´arregulalo.
Peru en cuantis cambeó´l semáforu a verdi ya estaban con que si, por demás, era marruquí.
Alampaba por dicilis algu, peru no lo jiz y siguí alanti. Aparé nel escaparati de la libriría Kattigara de la calli San Luis. En pasando unos minutos, me acanzarin. Ya iban dijendo que qué vergüenza, que jasta óndi íbamos a allegar, qu´es una invasión.
El pelu canu, que abora es curríu, sueltito. Tamién yo lu llevu canu. Zapatos conos que taconiar si es casu. Los míos de lluvia son de curita y no teno otros. Abrigos d´esos de anti que empapan. Yo una parca con botonis de marineru que tamién. Parauguas. De Sanander de tula vida.
Y me metí dentru gutu, a ilame enti libros.
Ellas trespusierin, del ramal. No sé jasta óndi allegarían. Peru allá lejonas.
Trayectoria
Han cambiado el semáforo que hay entre Jesús de Monasterio y la calle Burgos, que ahora vienen coches de todos los lados. Desde el lado de Jesús de Monasterio hay muy poca visibilidad. No así desde el otro. Los del otro lado los hay que se lanzan con el semáforo en rojo porque ven si vienen o no coches. Ayer un chico con un monopatín, que tuvo que hacerse hueco entre los que estábamos esperando en la acera de enfrente. Unas señoras no se apartaron y el chico tuvo que hacer un arabesco para poder pasar.
Y ya empezaron las señoras con la cantinela de los monopatines eléctricos, con razón. Eso hay que regularlo.
Pero cuando se puso el semáforo en verde ya estaban con que si además era marroquí.
Adelanté mordiéndome los puños para no decirles algo.
Seguí adelante. Paré en el escaparate de la librería Kattigara de la calle San Luis. Pasado un buen rato me alcanzaron. Ya iban diciendo que qué vergüenza, que hasta dónde podíamos llegar, que es una invasión.
El pelo cano, que ahora está de moda, sueltito. También yo lo llevo cano. Zapatos con los que taconear si preciso. Los míos de lluvia son de curita y no tengo otros. Abrigos de esos de ante que empapan. Yo una parca con botones de marinero que también. Paraguas. De Santander de toda la vida.
Y me metí dentro sin decir nada, a aislarme entre libros.
Ellas siguieron al paso, cogiditas del brazo. No sé hasta dónde llegarían. Pero lejos.
Y ya empezaron las señoras con la cantinela de los monopatines eléctricos, con razón. Eso hay que regularlo.
Pero cuando se puso el semáforo en verde ya estaban con que si además era marroquí.
Adelanté mordiéndome los puños para no decirles algo.
Seguí adelante. Paré en el escaparate de la librería Kattigara de la calle San Luis. Pasado un buen rato me alcanzaron. Ya iban diciendo que qué vergüenza, que hasta dónde podíamos llegar, que es una invasión.
El pelo cano, que ahora está de moda, sueltito. También yo lo llevo cano. Zapatos con los que taconear si preciso. Los míos de lluvia son de curita y no tengo otros. Abrigos de esos de ante que empapan. Yo una parca con botones de marinero que también. Paraguas. De Santander de toda la vida.
Y me metí dentro sin decir nada, a aislarme entre libros.
Ellas siguieron al paso, cogiditas del brazo. No sé hasta dónde llegarían. Pero lejos.
Debates aparte
Estoy completamente desconectado, pero el debate de ayer, que no ví, de políticas, ¿es para compensar de alguna manera el del otro día, de cabezas de lista (y todos políticos varones), que tampoco ví? ¿Es así como se piensa romper lo que se llama el techo de cristal o la imposibilidad de ascenso de las mujeres por el mero hecho de ser mujeres, poniéndolas aparte?
jueves, 7 de noviembre de 2019
Valdecilla, primera piedra
miércoles, 6 de noviembre de 2019
Calendario 1937
Rarísimo calendario laico y revolucionario español. Me dice un especialista en la materia que él no lo conocía, ni éste ni ningún otro, aunque era de suponer que existiera. Está a la venta aquí.
martes, 5 de noviembre de 2019
Tropezón
lunes, 4 de noviembre de 2019
La tudanca y la hija
Van mis padres a la casa de Cabuérniga por las inundaciones y resulta que una vaca ha saltado y ha hecho un destrozo, en la nuestra y todas las fincas de alrededor, no importa la altura que alcancen las paredes, las ha salvado todas, y detrás toda la vacada, arrasando. Y es que le llevaron la cría al matadero, se la llevaron, y la madre enloqueció.
Dicen que estuvo por la carretera arriba y abajo, buscándola, bierrando. Los vecinos se desviaban en coche por la Calleja Cárabes para evitarla, del miedo que les entró.
Una tudanca a la que quitan la hija, guárdate de ella.
Dicen que estuvo por la carretera arriba y abajo, buscándola, bierrando. Los vecinos se desviaban en coche por la Calleja Cárabes para evitarla, del miedo que les entró.
Una tudanca a la que quitan la hija, guárdate de ella.
domingo, 3 de noviembre de 2019
La realidad, dobleces
Nunca me convenció del todo la idea de que las palabras configuran el mundo, lo tengo que confesar. Pero hay veces que los hechos son contumaces y no hay forma de llevarles la contraria.
Estábamos ayer Raúl y yo dando una vuelta por unas antiguas huertas en parte hoy abandonadas del Alta de Santander cuando trabamos conversación con una vecina que nos dijo de las corruyuelas que tenían tomada la cerca de su finca. Ante mi cara de estupor, corrigió y para la próxima se guardó mucho de repetir esta palabra, sustituyéndola por correderas.
La primera, corruyuela, remite a corru, a la forma como crece el bosque, los setales, los barrios, a como reposan los patos en el agua, a los seles, a la aureola territorial de la iglesia.
Las corruyuelas se conciben como circunferencias inscritas en otras de varia naturaleza. El modelo territorial cántabro es circular.
(Cabría preguntarse el porqué de la tendencia humana a hacerse presente mediante formas cuadradas. La casa, por ejemplo. O las huertas, alveolares, con los cultivos organizados en cuadros. Por qué círculos para unas cosas y por qué cuadrados para otras.)
Por su parte, corredera remite a desarrollos lineales.
La primera a retornos. La segunda a partidas.
Adentro, la primera. Afuera, la segunda.
Probablemente las dos sean cántabras.
Estábamos ayer Raúl y yo dando una vuelta por unas antiguas huertas en parte hoy abandonadas del Alta de Santander cuando trabamos conversación con una vecina que nos dijo de las corruyuelas que tenían tomada la cerca de su finca. Ante mi cara de estupor, corrigió y para la próxima se guardó mucho de repetir esta palabra, sustituyéndola por correderas.
La primera, corruyuela, remite a corru, a la forma como crece el bosque, los setales, los barrios, a como reposan los patos en el agua, a los seles, a la aureola territorial de la iglesia.
Las corruyuelas se conciben como circunferencias inscritas en otras de varia naturaleza. El modelo territorial cántabro es circular.
(Cabría preguntarse el porqué de la tendencia humana a hacerse presente mediante formas cuadradas. La casa, por ejemplo. O las huertas, alveolares, con los cultivos organizados en cuadros. Por qué círculos para unas cosas y por qué cuadrados para otras.)
Por su parte, corredera remite a desarrollos lineales.
La primera a retornos. La segunda a partidas.
Adentro, la primera. Afuera, la segunda.
Probablemente las dos sean cántabras.
El cielu labarintu
90 años del Hospital Valdecilla, y 5
sábado, 2 de noviembre de 2019
Esbarriando
Ahier pusierin "Viento del norte" nel mitin de VOX. Es de suponer que ya a naidi li dé por decender que tien de ser el muestru himnu. Al menos se sacó algu en limpiu.
De giru
Jardín
P´ajorrar escastarin tulo que´echara hoja
y varciarin a móu piedra brancu:
jardinis secos, dicin ellos qué.
Pedreros, nós.
Peru de la qu´espenzó a llover
las piedras tornarin verdis
pol mugu
y dispués, pocapocu
juerin surdiendo pugas
enas risquiezas, a lo primeru
en metá del jardín secu
dispués, de manzanalis
cerezalis, piezcalis.
El cunsumu de fruta
creció, dicin ellos qué.
L´arresistencia, nós.
y varciarin a móu piedra brancu:
jardinis secos, dicin ellos qué.
Pedreros, nós.
Peru de la qu´espenzó a llover
las piedras tornarin verdis
pol mugu
y dispués, pocapocu
juerin surdiendo pugas
enas risquiezas, a lo primeru
en metá del jardín secu
dispués, de manzanalis
cerezalis, piezcalis.
El cunsumu de fruta
creció, dicin ellos qué.
L´arresistencia, nós.
viernes, 1 de noviembre de 2019
"Sé tú el mí límiti" de Valente
Sé tú el mí límiti
El tú cuerpu es
pa comblá-la mí vida,
cumo puei la tú risa
tresponé-l moriu opacu de la murria.
Una sola palabra tuya
españa la solitú ciegu
en mil bitas.
Si tú arrimas la tú boca inagotabli
jasta la mía,
bebo ensin cesar
la raiz de la mí propia desistencia.
Peru tú inoras cuántu
la cercanía del tú cuerpu
me jaz vivir
o cuántu
la sú distancia me aleja de mí mesmu
me reduz a la sombra.
Tú estás, ligera y encesa,
cumo aja que alampa
en metá del mundu.
No empontiquis enjamás.
La movición jondu
de la tú naturaleza es
la mí sola lei.
Apárame.
Sé tú el mí límiti.
Y yo la imagin
de mí, filiz, que tú me has dáu.
El tú cuerpu es
pa comblá-la mí vida,
cumo puei la tú risa
tresponé-l moriu opacu de la murria.
Una sola palabra tuya
españa la solitú ciegu
en mil bitas.
Si tú arrimas la tú boca inagotabli
jasta la mía,
bebo ensin cesar
la raiz de la mí propia desistencia.
Peru tú inoras cuántu
la cercanía del tú cuerpu
me jaz vivir
o cuántu
la sú distancia me aleja de mí mesmu
me reduz a la sombra.
Tú estás, ligera y encesa,
cumo aja que alampa
en metá del mundu.
No empontiquis enjamás.
La movición jondu
de la tú naturaleza es
la mí sola lei.
Apárame.
Sé tú el mí límiti.
Y yo la imagin
de mí, filiz, que tú me has dáu.
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