jueves, 3 de abril de 2025
Corrección sobre caballos de Guriezo y propuesta etimológica para "monchinu"
jueves, 20 de marzo de 2025
jueves, 13 de marzo de 2025
Acomodando "resmear" y "encogolmar"
sábado, 30 de septiembre de 2023
El Güertu de Jesús
viernes, 20 de mayo de 2022
La recepción
El palacio es de hace tres siglos.
Se levantó de nuevas, no hay nada dentro
nada previo, digo.
Salieron a recibirnos a la puerta del jardín.
Amenazaba galerna
pero todavía no se había puesto a llover.
Las hojas de los árboles cardaban el viento.
Yo me había echado crema protectora por si el sol
pero no había, toda la mañana sofocado
en el salón imperial, en el oriental
amarillo el primero y rojo el segundo.
Se oían los portazos, la corriente.
El viento levantaba alfombras persas
de miles de euros, de miles de hilos
(no había sol y el ruido de las hojas
el ruido del jardín, ni sol ni charcos
había, el ruido parecía de lluvia)
las alfombras, las pisé todas.
jueves, 5 de mayo de 2022
Pan pájaros destrucción
Me estaba esperando en la esquina de la carnicería
donde solemos cuando salgo tarde del trabajo
(esta semana llevo haciéndolo todos los días a las seis
cuando mi horario es hasta las tres:
como bocadillo en el despacho, por no salir
y ahorrar) para ir dando un paseo al palacio
y sacar entradas para la próxima obra de Mayorga
(con quien me carteo, a veces).
Pero de camino paramos a ver el escaparate de una librería
(no por mucho mirarlo lo cambian más a menudo
es algo que pasa con todos los escaparates que te gustan)
y resulta que se presenta un libro que estábamos esperando como agua de mayo
casualidades.
Termina el acto, lo compramos, nos lo dedica el autor
que nos da su contacto (y me decís, nos dice)
y regresamos a casa, pasada ya la hora
de ir al palacio de festivales.
Anochece tarde, así que diremos simplemente que:
atardecía.
Raquel se levanta a las cinco menos cuarto de la mañana
para ir al trabajo. Todavía no se han despertado
los miruellos, que son diurnos
pero necesitan silencio para cantar
de ahí que en la ciudad lo hagan de noche
pero no tanto. Ni los miruellos
ni los gorriones, a los que damos de comer
pan, uvas pasas a los miruellos
del barrio, muchos:
el ruido que hacen piando todos a la vez se dice en cántabro:
cantarazaña.
De camino a casa paramos en la plaza de la leña
a tomar una caña para que no termine el día tan pronto
y empiezan a rondarnos los gorriones
los del mercado próximo cuando cierra
que salen a pedir comida: a nosotros
por ejemplo:
cacahuetes que dan de tapa
restos de patatas fritas
o de mi bocadillo que llevo en la mochila
pan duro de ayer que lo compré grande
para que diera para dos días y lo que sobre para los pájaros, estos
por ejemplo:
al marchar les dejamos las últimas migas
en una repisa
pero no nos quedamos a ver si vienen
o no.
Hemos sabido que todos los partidos con representación en el Parlamento
todos, pero todos
están de acuerdo en permitir la construcción irracional en terreno rústico
destruyéndolo todo.
A ella, que madruga a las cinco menos cuarto
le cuelgan sombras bajo los ojos
que parecen nidos, como a mí
que salgo tres horas más tarde de lo debido
casi cada día.
Nos marchamos, cae el sol.
No sé a quién representa el Parlamento
para quién trabaja.
A nosotros no
para nosotros no.
lunes, 31 de enero de 2022
"Budañu", etimología
miércoles, 20 de octubre de 2021
La Balsemana y Berculín
miércoles, 6 de octubre de 2021
Las Cruces cabuérnigas
Hablando con un vaqueru en La Cuchía (Barcenillas) nos dijo que la cumbre de la foto se llama La Cruz [ahora sabemos que es Cuetu Vaucíu, La Cruz es una braña que queda por detrás]. Sus coordenadas [las de Cuetu Vaucíu] son:
X: 397.362,27
Y: 4.788.631,28
[Las coordenadas de La Cruz son: X: 397.344,45 / Y: 4.788.514,33]
El pinar que aparece en la foto se llama El Pinar Las Terrazas. Ardió el año pasado. Los pinos que están a la izquierda y que se prolongan ladera abajo hacia Ruente conforman un bosque conocido como Jaedu (sic). Es de suponer que el pinar sustituya al hayedo de origen.
Son varios los montes del valle que se llaman La Cruz, así:
La Cruz de Sopeña:
X: 394.717,03
Y: 4.787.919,85
La Cruz que forma parte de la línea de cumbres que remata La Canalona, aquí, y cuyas coordenadas son:
X: 396.330,99
Y: 4.786.209,58
Otra que todavía no sabemos ubicar pero que debe estar en la línea de cumbres compuesta por Cuetu El Diestru y Teranucu, aquí.
Por el momento son, pues, cuatro: la que está encima de Barcenillas, la que está encima de Sopeña, la que está encima de Lamiña y la que podría decirse que está en el entorno de Carmona, también encima, aunque en terrenos comunales de Sopeña. Al menos La Cruz de Sopeña no está marcando ningún límite.
¿Qué son?
sábado, 10 de julio de 2021
Santander, ciudad secuestrada
La Policía Municipal de Santander sigue defendiendo que el ocio nocturno puede abrir hasta las tres de la madrugada. No es que cuando llamas digan que enviarán una patrulla a cerrar, dándote largas o efectivamente tomándoselo en serio, no: es que defienden que pueden estar abiertos. Cuando se les interpela con la ley en la mano te dicen que no todos están de acuerdo, que los hosteleros por ejemplo no. Así que ellos no hacen nada. O sea, que ya sabemos de parte de quién está la Policía Municipal de Santander: de la nuestra, la de los ciudadanos, desde luego que no.
La semana pasada lo mismo, que ellos no van a cerrar, y este viernes, transcurrido el plazo de incubación, hemos superado los 350 positivos en un solo día.
El martes próximo es más que probable que impongan el toque de queda. Será un mazazo. Por lo menos yo tengo clarísimo de quién es la culpa.
lunes, 8 de marzo de 2021
Pudrigueru [CORREGIDO]
Tras visita in situ, he corregido la entrada correspondiente al topónimo Pudrigueru, aquí.
miércoles, 3 de marzo de 2021
Pudrigueru [CORREGIDO]
CORRECCIÓN: Las coordenadas de Coteru El Diestru son:
X: 392.694,39
Y: 4.790.604,28
mapas.cantabria.es
Yo antes había identificado Coteru El Diestru como Pudrigueru, equivocadamente.
Coteru El Diestru desde La Cuchía (encima del pueblo de Barcenillas), asomando entre El Escudu y los invernales de La Gándara.
Desde lo que aparece en los mapas identificado como Alto de Pie Campo.
A la altura de lo que aparece en los mapas como Bustillo.
No encuentro una explicación fehaciente para tales topónimos: Quizá se trate de emplazamientos podridos, del latín PUTRIDUM, por carcomidos, bien por causas naturales (argayos, las mareas, etc.) o por efecto de alguna actividad humana, como una cantera o un antiguo vivero de marisco para el caso pejino, se me ocurre.
CORRECCIÓN: A la vista de Pudrigueru, sí parece que el topónimo tenga que ver con un terreno difícil de aprovechar, en este caso por las escorrentías.
viernes, 22 de enero de 2021
El sol recién ido, origen de Ucieda, Pico Candiano, escaleras de Montehano, Bielva, el jardín de La Bajada de la Media Luna, La Ola de La Lastra, camino rehundido, mujeres de presos en Santander y autorretrato
Es un autorretrato de hace un año, en Torrelavega.
martes, 21 de julio de 2020
Fermentación cántabra
Tampoco sé cómo se tratan los abadejos o nísperos. Solo queda un abadejal antiguo en una huerta de Valle.
Para comer este tipo de fruta hay que esperar que se ponga lo suficientemente pocha, pero no demasiado. Se dice entonces que está joyeca u oyeca. Es palabra que aprendí en Carmona de la mano de Apa. Este punto previo a pocho, a podre, que podemos identificar como fermentado, es cultural. Es un punto muy valioso. Lo estamos perdiendo.
Estamos perdiendo el tratamiento, el cómo obtener ese punto o cómo esperarlo. Estamos perdiendo el propio fruto, el árbol. Estamos perdiendo el gusto por esta fruta. Estamos perdiendo, en definitiva, conocimiento, diversidad, riqueza.
El NOMA de Redzepi, en Copenhague, uno de los mejores restaurantes del mundo, tiene un laboratorio dedicado específicamente a los fermentados, aquí. El Mugaritz de Aduriz, otro de los mejores restaurantes del mundo, también está centrado en fermentados, aquí. Lo mismo el Basque Culinary Lab, en San Sebastián, aquí.
Recomiendo la lectura del resumen del simposio organizado por el BCulinaryLab en torno a la fermentación el año 2016, aquí. Pongo como reclamo la imagen de promoción del mismo, precisamente un piruju fermentado según técnicas que prolongan las tradicionales del Cantábrico.

viernes, 15 de mayo de 2020
"Zarcea" (Tudanca) y "zarzu", propuestas etimológicas (versión corregida y aumentada)
Pero nada dije sobre el propio topónimo del pueblo.
El cántabro Zarcea hay quien lo relaciona con el cántabro zalce, castellano sauce, en cuyo caso emparentaría con El Zalcéu de Sopeña de Cabuérniga, aquí y aquí. También hay quien lo hace con el castellano zarza.
Repasando el vocabulario de mi abuela bastiana recogido por mi tía Suca encuentro la palabra zarce con el significado de "juncos de las leras, en las orillas de los ríos, que cortaban mucho los gitanos para hacer cestos de mimbre".
Como primera conclusión, probablemente haya que revisar la etimología comúnmente aceptada de Zarcea y empezar a valorar la posibilidad de que signifique no sauceda ni zarzal, en castellano, sino juncal o terreno húmedo cubierto de juncos, y empleo juncos por desconocer a qué planta se refiere exactamente zarce.
Seguimos.
El castellano zarza es de origen desconocido, probablemente prerromano. De ser así empalmaría con el vasco zarizi, "zarza".
El castellano zarzo es el "tejido de varas, cañas, mimbres o juncos". El cántabro zarzu significa lo mismo, por ejemplo aquí y aquí. Es sinónimo de sietu. Según recoge mi tía de mi abuela, zarzu también significa "especie de trono, hecho de rústicas varas de avellano, utilizado antiguamente para sacar a las personas mayores o impedidas a tomar el sol. Por su capacidad a veces era usado también para sacar los vellones de las ovejas a secar al sol."
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española dice que zarzo viene del latín SARCIRE, "remendar, zurcir". Esta etimología se explica por estar el zarzo entretejido, de ahí que se haga derivar del latín remendar o zurcir. Pero teniendo en cuenta el cántabro zarce quizá habría que plantearse no que venga del entretejido sino de los elementos entretejidos, que no es lo mismo. En este caso zarzo abandonaría la órbita latina y pasaría a formar parte de la familia prerromana de zarza, a la que pertenece el cántabro zarce.
Como segunda conclusión, entonces, cántabro zarzu (y castellano zarzo) es probable que esté emparentado etimológicamente con zarce (y castellano zarza) y que ambas sean palabras prerromanas.
Sería interesante establecer un mapa de difusión de zarzu y sietu, siendo la primera más antigua que la segunda, prerromana y latina, respectivamente. También sería interesante estudiar el porqué de la convivencia de estos dos sinónimos, por qué uno no acabó desplazando al otro. Tampoco estaría de más saber por qué zarza, siendo prerromana, apenas se utiliza entre nosotros en favor del romance raja y del, al parecer, arabismo barda. Quizá se trate de una sustitución que acabó por llevarse a cabo, la de zarza por raja y barda, a diferencia de zarzu y sietu, que acabaron conviviendo.
sábado, 2 de mayo de 2020
Primer día de alivio
No somos los únicos.
Hemos bajado los plomos, cerrado la llave del agua. Otros también lo han hecho. No parece que seamos ninguno de nosotros.
Hemos apagado las luces del portal y de las escaleras.
Tenemos las llaves de la comunidad de cuando fuimos presidentes el año pasado. Los de este año se han ido.
Pudieran ser las tuberías del agua. Dice el fontanero que lleva nuestro portal que no tenemos bomba. No sabemos cómo nos llega el agua. En el ayuntamiento no nos cogen el teléfono.
Anoche bajé la basura y aproveché para llamar al telefonillo de uno de los vecinos con más edad. Tiene un bajo con arcones. Pero en su opinión el ruido viene de fuera.
Ha sonado el despertador a las seis de la mañana. El cielo rojo. El sol se nos ha adelantado. También los pájaros.
Los mirlos se mueven por parejas. Se posan en el alero.
Hay también una urraca que no está.
Y un autillo que es una grabación para espantarlos.
Guantes de látex, mascarilla quirúrgica, los mirlos sosteniendo el silbido, los primeros rayos de sol prendidos del pico.
La lumbre se prepara como un nido boca abajo. Mi madre enseñándome en la penumbra de la casa de Sopeña. El papel prendido dentro.
Sopla.
Pero ten cuidado con el humo.
Sopla como hace la lechuza del alero.
Los mirlos en el edificio de enfrente.
A estas horas no hay nadie.
Las farolas todavía encendidas. Pero la luz no llega a tocar el suelo, se diluye en el amanecer.
Han brotado los árboles. Desde nuestra casa se ven limoneros, impertérritos. Si han cambiado no lo hemos notado.
Nosotros tampoco hemos cambiado el uno para el otro.
El cerezo lo tuvimos que podar porque no podía sostener las ramas. En dos años reverdecerá, si lo hace.
Verde también en los resquicios de las baldosas.
Evitamos a los barrenderos por lo que puedan levantar del suelo.
Está pegajoso, oscuro.
La luz no llega.
Nos damos la mano pero con guantes no es lo mismo. Hay lugares que no recordaba que estuvieran ahí. Unimos puntos y descubrimos que estamos cumpliendo círculos alrededor de casa como pavesas.
La distancia de la lumbre.
Apártate del humo.
No nos miramos a los ojos.
El humo hacía llorar cuando la chimenea de Sopeña no tiraba porque no había corriente o porque se había taponado.
No nos reconocemos.
En nuestro salón hay chimenea, que no utilizamos. Cuando quitamos el gurruño de tela que la taponaba cayó un pájaro muerto. Estábamos buscando el ruido. No estaba dentro.
Los árboles del paseo están cubiertos de hojas que tapan el cielo.
No recuerdo si desde casa se ven estrellas.
El limonero siempre tiene limones. Las hojas me hacen dudar si son siempre los mismos. Pero no, porque a veces aparece alguno caído.
Estamos en la puerta del portal, de regreso.
A Raquel se le hacen los ojos agua.
No tenemos sueño.
Hay un mirlo muerto. Ha chocado contra la cristalera.
Subimos a casa y en el alero del edificio de enfrente hay un mirlo
solo
le oímos a él y no al ruido
el ruido viene de fuera
que dice:
como la espiral de humo
volverás
pero tú serás otro.
El papel prendido dentro.
sábado, 4 de abril de 2020
"Ciegu", adjetivo
miércoles, 26 de febrero de 2020
"El Zalcéu", fotos
miércoles, 19 de febrero de 2020
Obras de ingeniería popular en Cabuérniga y el necesario (y tradicional, muy nuestro) respeto al entorno
Del lado cabuérnigo los prados reciben el nombre genérico de El Zalcéu, "la sauceda" en castellano.

La de arriba es El Zalcéu dijendo a La Canalona y la de abajo El Zalcéu dijendo a La Cruz.

Los prados de El Zalcéu tienen una zona de contención que es medio prado medio monte, preciosa. Las paredes que colindan con el monte son considerables, algunas parecen verdaderos encofrados.



En los prados por lo general no suele haber árboles, lógicamente, exceptuando algunos que se dejan crecer (porque no hacer nada es también una decisión) o se plantan para protegerse y proteger al ganado de las inclemencias del tiempo, no solo del sol, y supongo que también para que el ganado ramonee. En los prados que están frente a Barcenillas, del otro lado de la carretera, los árboles me parece que incluso están alineados. Pero en torno a la pared perimetral es otra cosa. Es frecuente ver en los prados próximos al monte cómo los árboles del borde, del lado del monte, dejan caer sus ramas en forma de dosel por encima del perímetro del prado, supongo que porque los animales comen las hojas y provocan esa forma. Y hay prados, como éstos de El Zalcéu, que dejan paso a los árboles, creando una zona intermedia, una zona de contacto, como decía, muy bonita. Esta última opción no sé si es muy frecuente. Supongo que en los últimos tiempos los árboles estén saltando del lado del prado por desatención de los propietarios, en general. Pero en éstos de Cabuérniga me parece que la explicación es otra. No sé si será extrapolable a otros casos. Y es que en El Zalcéu se ve que se han tomado de antiguo (los antiguos, con los que todavía se conserva el vínculo mental, aunque cuando ya no se entienda el porqué de las decisiones que tomaron imagino que se pierda este vínculo, su memoria) una serie de decisiones, decía, tomadas por los antiguos, relacionadas con la gestión del agua impresionantes.
En general, las corrientes que bajan del monte se han reconducido nada más tocar el prado en paralelo a las estribaciones del monte en dirección a El Paredón y el río, aprovechando la caída del terreno.


Que este espacio de transición era un espacio de contención respecto al monte lo decíamos al principio. Ahora a lo mejor tenemos que añadir que también es un espacio destinado a la gestión del agua. Es capa sobre capa. Los árboles estarían jugando ahí un papel probablemente relacionado con la compactación del terreno.
Por encima de esta zona de transición, ya del lado del monte, hay un camino muy bien trabajado aunque hoy prácticamente perdido.


Este camino paralelo al río se topa con lo que parece un toral, aquí, que baja en perpendicular.
Oriente, foto tomada desde el toral, encima:

Occidente, tomada igual que la anterior:

Es el espacio cubierto por bosque autóctono flanqueado por pinares que se aprecia en la siguiente foto:

No es la primera vez que encontramos algo parecido, incluso en esta misma falda del monte, aquí.
Los torales sabemos que se han empleado tradicionalmente como vías. De hecho son fundamentales para pasar de valle a valle, por ejemplo La Balsemana entre las rías (con el significado cántabro de cuenca hidrográfica) del Saja y el Nansa.
Este toral cabuérnigo está en su lado oriental reforzado con paredes y se ha abierto un pequeño canal para el paso del agua.


Pero en su lado occidental tiene una obra impresionante.




Ésta es la profundidad media en la desembocadura:

A medida que se asciende:

La foto anterior es del lecho del canal, está hecha en vertical. La siguiente está hecha desde dentro.

Termina sumiéndose en el monte, creo, no pude seguir:

Impresiona el intenso trabajo realizado a medias con la naturaleza, muy parecido, por otra parte, al de los camberones, aquí y aquí, trabajo que refleja un intensísimo conocimiento del entorno y un respeto hacia el mismo máximo.
Son ejemplos así los que habría que estudiar y difundir para hacer pueblo, pero no solo, para hacer sobre todo pueblo consciente, pueblo que es en relación siempre respetuosa con los demás y con lo que le rodea.
lunes, 17 de febrero de 2020
Igüísta
Corregiré las entradas en que he utilizado igüísta mal y las marcaré con la etiqueta "textu corrigíu".
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