sábado, 31 de julio de 2021

El paciente

Han puesto unos vinilos que tapan hasta la altura de una persona en los ventanales de la UCI-COVID abierta de nuevo hace escasos días. Desde fuera, desde los jardines del hospital no se ve el interior, apenas siluetas. Sí el material dispuesto en altura, como las grúas para facilitar la movilidad de pacientes o los porta sueros, que rebasan la altura que alcanzan los vinilos.

Pero hay una puerta a la que no han puesto vinilo porque hay un seto alto delante. Coincide con una cama. Se puede ver un poco sin necesidad de asomarse, basta con fijarse al pasar. No sé si oirán los pájaros desde dentro. De todas formas no es el tiempo del mirlo, el pájaro que anida entre nosotros y al que tomamos como compañero, él canta antes. En verano son las gaviotas las que traen sus quejas en la garganta.

Hay un chico joven desde hace unos días

en esa cama.

Lo acabo de ver ahora que vuelvo a casa.

Los pájaros recogidos.

De noche - apagan la luz

esa es la señal -

las siluetas de los sanitarios

enfundados, caminando

con las piernas arqueadas

- la piel rozada, agotados

cabreados -

como los marinos

en alta mar, haciendo frente

a las olas, sus siluetas

decía

siguen siendo blancas.

Vecino, amigo, hermano: que la vida te trate bien

tanto como ellos.

viernes, 30 de julio de 2021

De botellón


Es una foto que se mueve por redes. Corresponde a la última Feria de Santiago (nivel tres de alerta sanitaria). La que bebe parece la alcaldesa.

"Juegos pruhibíos" de Naguib Mahfuz

Ena iscuela coránica, críos y crías asejamos ena mesma istera. Cantamos al tiempu los virsículos d´El Corán y la vardiasca del muestru maestru, en pegando, no sabi si son piernas de críu u de cría. De la que cumemos, asejamos jarda la paréi, desdamos el macu de cumía y dincima del piazu de tela abiertu apaez un turtucu, quesu y dulci de sésamu.

Sea cantando u cumiendo, los mis ojos no s´esapartan de Darwicha.

Ena trespuesta, voy trés d´ella jasta que tuerci pola calleja. Entonz regreso a casa solu cona mí pizarra vacía peru cona imagin de Darwicha dentru de mí.

Nel tiempu de visitar el cimiteriu, jartu d´estar encerráu nel corru del panteón, echo una corrindía y mos alcontramos, Darwicha y yo, enti las tumbas, al ventistati.

Parto la turtuca que traigo cumigu y li doy la metá. Cumemos y cambeamos miraas ensembri.

Li prigunto:

- ¿Ó juegas?

- Ena calleja.

Juega ena calleja que da a la muestra calli peru no soy pa escapami allá de día. No soy pa ello porque mi puei un anjéu escunucíu que camiento pocu inoncenti. Conas miraas, ensin palabras, mos citamos. Ena tarduca, entro ena calleja y l´alcuentro de pie nel umbral de la puerta.

- ¿Asejamos?

No arrespuendi. Aposo y jalo de la sú manu jasta que aposa junta mí. Istícomi a ella. Una aligría raru y misteriosu mi venci. Agarro la sú barbilla y li güelvo la cara jarda mí. Derréu, la beso. Dispués, la tomo pola cintura y la abrazo. Gutu y arrudiáu por un juriacán de sentimientos: es asina cumu conozo la ebriedá anantis del vinu.

Y ulvidamos el tiempu y el miedu.

Ulvidamos la triba y el barriu.

Ni siquiera las pantasmas son pa esapartamos.

"Ritmo en el espacio" del escultor Pablo Serrano



De la serie de arte cinético titulada "Ritmo en el espacio" del escultor Pablo Serrano. Las fotos están hechas en el IAACC de Zaragoza. Para más información, aquí.

En relación, pastor eléctrico retirado, aquí.

Los malos y los buenos

Los malos terminan ganando siempre.

Eso es lo que convierte a los demás en buenos.

jueves, 29 de julio de 2021

Artículo sobre etimología de Mazcuerras

En el Boletín de la Real Sociedad Geográfica, volumen 71 correspondiente a los números 3 y 4, marzo y abril respectivamente, del año 1931 hay un artículo titulado "Nombres: Mazcuerras (Santander) y Aldeanueva de la Serrezuela (Segovia)" que imagino trate sobre la etimología de ambos topónimos. Desconozco el autor y tampoco sé su paginación. Es un artículo que creo no está controlado.

Brevemente, porque quizá tampoco haya que dar muchas más vueltas, me parece que Mazcuerras resulta de la suma de los montañeses "maza" y "cuerras", éste femenino de cuerre (comparativamente mejor que el masculino), aquí (punto 3).

Vergonzoso

Escandaloso que El Diario Montañés adelante que en Cantabria se va a contravenir el Semáforo COVID a conveniencia de la Asociación de Hostelería permitiendo el acceso a interiores antes de que se celebre la rueda de prensa del portavoz del Gobierno de Cantabria e incluso antes de que se celebre el propio Consejo de Gobierno que se supone lo va a decidir, si es que finalmente lo hace.

Vergonzoso de todo punto, no tiene un pase.

"Santucu" vacío, "portaliega" y "pajareta" en Mazcuerras más "asubiaeru" y panoplia montañeses

(1)


Santucu en Mazcuerras.

(2)





Portaliega en Mazcuerras.

Es interesante saber cómo son para replicarlas en la actualidad. Más aquí y aquí.

(3)


A este casetón nos lo definieron como pajareta.

En Mazcuerras.

(4)


En parada de bus o asubiaeru montañés.

(5)



Panoplia en pequeño y en grande.

En La Montaña.

Alto y claro

Revilla dimisión.

martes, 27 de julio de 2021

Los rincones

Estábamos dando una vuelta por Mazcuerras, por dentro, al costado del monte, cuando encontramos una ermita con un retablo muy sucio, tanto que apenas se distinguían las figuras. Al menos parecía completo, protegido tras una reja de tornos de madera. Quizá por eso se haya mantenido a salvo de saqueos, a diferencia de muchos santucos, desposeídos éstos de todo, incluso en el mismo pueblo, huecos sin ni siquiera eco.

Fue una vecina la que nos aclaró que estaba dedicada a San Pedro y que era privada. Nos dijo que incluso se le habían cantado picayos.

Sabemos de la importancia que se da a los picayos y por ende comprendimos la preocupación que tenía esa vecina por el estado de la ermita. Sabemos decodificar ese código. Así lo dio ella por hecho al dirigirse a nosotros, allí, por dentro, al costado del monte.

Los toros en Santander 2021

Alaba la alcaldesa de Santander el comportamiento de los ciudadanos que fueron a los toros este año y asegura que todas las medidas se cumplieron escrupulosamente.

La noticia se acompaña en los medios con la siguiente foto:


Pongo a continuación las recomendaciones del Gobierno de España a fecha de hoy, básicas:


Como podéis comprobar la distancia interpersonal sigue estando vigente. Pero en la plaza de toros de Santander parece que esta norma no es de necesario cumplimiento. 

Sabiendo que esto iba a ocurrir la alcaldesa bien se cuidó de invitar a dos altos cargos del Hospital Valdecilla para utilizarlos como parapeto, aquí. Hoy mismo se ha rematado la jugada: el empresario responsable de la feria de este año dice que si los positivos se disparan será por culpa de los técnicos sanitarios, que son ellos los responsables. No, los técnicos sanitarios ponen las normas y son para cumplirlas, no para saltárselas. No se puede culpar a quienes ponen las normas de que éstas no se cumplan. Es más, los que preparan la jugada a sabiendas de que no se van a cumplir las normas, los que la preparan para echar la culpa a otros de lo que ellos saben que están haciendo mal, como en este caso el empresario y la alcaldesa, debieran recibir su castigo.

Pasa lo mismo con el cierre del ocio nocturno en Santander: el ayuntamiento ha concedido sin control "licencias mixtas", un tipo de licencia inventada ahora para que los pubs no tengan que cerrar pese a tener que estar cerrados. Este truco ha provocado que la incidencia se dispare y se tenga que declarar el toque de queda. Y como en Santander se sigue sin cumplir las normas hoy mismo se tendrán que tomar medidas más duras. Y suma y sigue. No es que se esté priorizando la economía frente a la salud (algo estúpido, porque sin salud no hay economía), es que en esta ciudad se nos está privando de nuestro derecho a la salud. Si no se pone freno ya al ayuntamiento de Santander, sumido en una deriva negacionista que no tiene parangón, ni siquiera en Madrid, vamos a ir indefectiblemente a peor.

Abiertos

Ya estaban esta mañana las primeras luces de la UCI-COVID encendidas.

lunes, 26 de julio de 2021

Picaer bastianu, istiales cabuérnigos, Los Agreos, dos casas bajas y dos hexapétalas

(1)

 Picaer en San Sebastián de Garabandal. Está tapado para evitar que la lluvia lo pudra.

(2)



Dos istiales con sus respectivos palancos numerados, en Barcenillas. Los istiales se aguantan entre sí. La tensión de la cuerda se regula con un palito.

(3)

El antiguo camino de Los Agreos, en Sopeña de Cabuérniga. Tengo que preguntar por su relación con La Collaa de Carmona: si se trata de una vía alternativa (el mismo destino pero por otro sitio), si es la antigua (en cuyo caso la actual carretera sería posterior) o si conduce a un sitio diferente (no a La Collaa sino al Colláu de Carmona, por ejemplo). Es el camino que seguía mi abuela para ir al Nansa.

(4)

Dos casas bajas o llanas en San Vicente del Monte.

La pared interior del cuartu de juera es de tabláu. La de fuera es de piedra para evitar salpicaduras (si fuera de madera se pudriría) y roturas por topetazos del ganado.

La segunda casa (con cuartu de juera que es como se dice en mi casa o del portal) conserva su volumen original o al menos lo parece:


(5)

También en San Vicente del Monte, dos hexapétalas en un dintel que enlazan con otras tantas estelas también en un dintel del mismo valle que nos sirvieron para explicar el adjetivo esteláu, aquí.

El cierre del ocio nocturno, inevitable

Es mentira que la incidencia suba pese a que el ocio nocturno esté cerrado (si así fuera podría colegirse que el ocio nocturno no tiene culpa), porque el ocio nocturno no está cerrado (hasta la una de la madrugada gracias al reciente toque de queda, antes hasta las tres). La incidencia está subiendo entre otras razones porque el ocio nocturno sigue abierto, por lo que para frenar el ascenso de la incidencia, y ya vamos tarde, una de las cosas que hay que hacer es cerrar de verdad el ocio nocturno.

viernes, 23 de julio de 2021

El parapeto de la alcaldesa

Las fotos publicadas hoy de la alcaldesa compartiendo grada en la plaza de toros de Santander con dos altos cargos del Hospital Valdecilla (Subidectora Gerente y Directora Médica) hacen prever una incidencia brutal dentro de diez días: siendo la feria taurina una bomba vírica (sumado a las ferias de El Sardinero, los conciertos de La Magdalena, etc.), los dos altos cargos, en su inocencia, le van a servir a la alcaldesa, previsora (para lo que quiere), de parapeto.

Dos y dos (actualización)

Esta mañana en la misma puerta de acceso a la plaza de toros de Santander que ayer, aquí.

Dispositivo sanitario activado.

jueves, 22 de julio de 2021

Las fuentes altas y las tumbas

Mi abuelo murió de cáncer pidiendo que le dejaran subir a Rulín, que si pudiera beber de sus aguas, sanaría.

El primer marido de mi abuela murió de neumonía. El médico le dio nueve días de vida, y los cumplió. No le faltó en ninguno agua de Bustillu, al lado del invernal de La Casa Vieja, que bebió infructuosamente.

Mi abuela estuvo yendo con el botijo a La Casa Vieja cada día. Una mañana el ruido que hacía el viento al entrar en el botijo vacío - debía ser uno de esos días de nubes altas - le hizo creer que sobrevolaban aviones, arrojándose cada vez a la cuneta para que no la ametrallasen o tirasen una bomba, tal era su miedo.

Mi abuelo, su segundo marido, sabía de su miedo y la quería, por eso pedía subir él a la fuente, infructuosamente.

Dos y dos


Estas son las medidas sanitarias implementadas en la plaza de toros de Santander el mismo día que empieza la feria taurina y a un paso de que la ciudad entre en nivel cuatro (máximo) de alerta sanitaria.

Dos pegatinas en el suelo, dos; y dos vallas apoyadas en la pared, dos.

Todos tranquilos.

miércoles, 21 de julio de 2021

Voces

Acababan de comprarlos: dos campanos a los herederos de un ganadero de Ontoria.

Estábamos sopesando nosotros su compra cuando se nos acercó un vecino y nos explicó:

que eran machu y hembra

(también dijo mujer)

que el campanu hembra era de sonido más finu y el macho más secu

agudo y grave, respectivamente

que cada uno por separado tenía su voz

que lo bonito era que emparejasen

que la pareja también tenía su voz

y que la voz de la pareja era la voz de la cabaña del ganadero, que generalmente no tenía dinero para más campanos.

Pedimos al vecino que los jorricara al unísono, que nos enseñara la voz de la pareja, la de la cabaña del ganadero de Ontoria fallecido, y sonaba preciosa. Se lo volvimos a pedir para grabarla, pero esta vez se puso nervioso y no lo hizo con tanta delicadeza como la primera, quedó desvirtuada, así que no voy a ponerla. Lo que sí, el sonido del campanu hembra, el que más le gustaba a él:


Como no teníamos dinero para comprar los dos, solo para uno, los dejamos, para no separarlos.

El vendedor quiso entonces vendernos una pareja de campanillas, de las de los carreteros, que tenía atadas con un lacito, pero el vecino nos dijo que en estos casos era más difícil encontrar la pareja porque al ser más antiguas se habían ido separando. Las dos eran de las de la cruz pero eran distintas y no sonaban bien juntas, aseguró.

Luego fuimos a casa de mi tía Maliuca en Cabuérniga, que era nuestro destino, y nos contó el día que nací yo:

que me oyó llorar

dijo, y que:

por la voz

es un niño.

Raquel rió.

N´abertal



Pastor létricu arretiráu.

martes, 20 de julio de 2021

Vivimos en aquel futuro

No sé si había contado por aquí que tuve de compañera de estudios a la hija de un alcalde de un pueblo del sur de España que le trajo a Bruce Springsteen por su cumpleaños. Estaba becada y vivía en un piso de la familia en el barrio madrileño de Huertas. No era maja y tenía un nombre que parecía de teleserie latina.

Para esto fue todo. Este es el país que nos han colocado.

Stop plumeros

 

El maíz no alumbra a todos por igual

Robaban de noche unas panojas para moler y con la harina hacían papillas para los bebés - lo dice sin referirse a nadie en particular, de tan común, como si fuera parte de la receta, tal era el hambre.

¿Pulientas? - pregunto.

No, las pulientas se hacían con agua. A mí que era una cría me encantaban. Para los bebés se utilizaba leche - responde.

lunes, 19 de julio de 2021

Los dos culpables

A mí no me queda ninguna duda de que la culpa de esta nueva ola en Cantabria, a la cabeza de España y con picos hasta ahora no conocidos, es de:

- Cuevas: lejos de ayudar y hacer didáctica entre los hosteleros, busca problemas creyendo hacer así política (la política en la que él cree). Es uno de esos personajes siniestros que nos ha tocado sufrir y que recordaremos.

- El PP de Santander (en la estela del PP de Madrid): oposición sangrienta (porque busca hacer sangre, literal) traducida en la concesión descontrolada de "licencias mixtas" (sea lo que sea eso) para esquivar el cierre del ocio nocturno, la pasividad consentida de la Policía Municipal, etc.

Espero que ambos terminen pagando.

Topónimos de la línea de cumbres de Sopeña de Cabuérniga

La casa que se ve es la de Delfín Fernández González, el escritor de Sopeña de Cabuérniga (que él llamaba Urbina, como una de las mieses del pueblo). Las cimas son, de izquierda a derecha: Coteru la Cruz, Coteru Meanu, El Mirotón y La Brañuca l´Altu (según vecino de Lamiña). Entre El Mirotón y La Brañuca l´Altu está La Canalona (es una referencia para todo el valle). La ladera que se estira a la derecha de La Brañuca l´Altu es Zarrazuela (según vecino de Valle).

La foto está hecha desde Jongaya, fuente de la que Manuel Llano tomaba uno de sus pseudónimos.

Uruna y los tiempos


Eso que vosotros hacéis no es lo que se hacía antes, les dicen, a lo que responden que no, efectivamente, que esto que hacen es lo que se hace ahora.

"¿Qué pasa con los molinos?" de Patricia Zotes

"¿Qué pasa con los molinos?", tribuna libre de Patricia Zotes, ilustradora y vecina de Valdeolea, aquí.

viernes, 16 de julio de 2021

Santander y las ferias en pandemia

El Ayuntamiento de Santander diciendo que si hay toque de queda adelantará el horario de las ferias es de una irresponsabilidad enorme.

El PP de Santander está alineado con el PP de Madrid, como no podía ser de otra manera (o sí, porque dentro del PP hay varias tendencias): rozando el negacionismo, defienden llegada la hora de que cada cual haga lo que quiera, sin restricciones.

Pero las restricciones no son gratuitas, no son porque sí. Dicen que los médicos no son quién para interferir pero los que no lo son, en todo caso, son ellos, y menos por motivos espurios, es decir, ajenos a la naturaleza de las cosas.

Si el Ayuntamiento de Santander persiste en su deriva negacionista, si sigue incumpliendo las órdenes publicadas en el BOC (por obra de la Policía Municipal o de otras maneras), si sigue esquivándolas o torpedeándolas para beneficiar a unos pocos en detrimento de la salud de todos los vecinos (y de la economía, no perdamos la perspectiva), vamos a acabar mucho peor de lo que estamos en todos los órdenes.

Cuadra de "céspedes" en Lamadrid




Fue un vecino de Roiz el que nos dijo que hacia la costa había una cuadra hecha de céspedes

La buscamos y la encontramos. Es El Cierru del Monte en el barrio La Venta del pueblo de Lamadrid.

Hablamos con la propietaria que nos dijo que era de los años setenta (la puerta corredera es más reciente) y que los que la hicieron no eran del pueblo, sino de más adentro, de Celis o de por ahí, y que seguramente haya más. Nosotros no hemos visto otra. Puede que ésta sea la última construcción de céspedes, una joya.

Esta cuadra está semienterrada. Los céspedes están colocados cruzados, es decir, una hilera en vertical y la siguiente en horizontal (aparejo inglés). Sería conveniente saber más antes de que la tiren o se desmorone.

Para céspedes, aquí.

jueves, 15 de julio de 2021

Cunciertu d´Uruna

Idi.

El secreto

Estamos en ese secreto:

que sin ser nuestra

la tierra es nuestra.

Si nos expropian

(el cerco se estrecha

nos ahogamos, nos quitan

el aire)

perderemos nuestro secreto.




Las fotos están hechas al otro lado del río Saja, en la orilla del monte. En la bolsa amarilla de la compra, gusanitos.

No os delataremos.

En relación, aquí.

miércoles, 14 de julio de 2021

En el origen de la letra A

La primera grafía del sistema rúnico de escritura es la fo, que representa la cabeza de una res. Sucede lo mismo con nuestra primera letra del alfabeto, del griego alfa, que a su vez procede del protosinaítico alef, "toro".

Tal vez los primeros sistemas de escritura fueran ideográficos. De ser así, distintas culturas podrían haber adoptado la misma solución ante la necesidad de representar los mismos conceptos sin que hubiera habido contacto estrecho entre ellas. En el Neolítico la ganadería es factor común a todas: representa la prosperidad, la estabilidad, de ahí su idoneidad para ocupar la primera letra del alfabeto.

En Cantabria al ganado se le considera en conjunto, la cabaña.

La foto es de la puerta del invernal de Mojón en Carmona (Cabuérniga).

La cabaña grabada en la puerta parece reflejo de la letra A que a su vez forma parte del marcu del pueblo. O a la inversa.

Que haya habido paisanos interesados en desvelar el origen de la letra A mientras cuidaban del ganado en el monte, aunque solo sea formalmente (y qué otra cosa en el origen que una solución formal), ya me parece relevante pero que además lo hayan hecho dentro de un contexto equivalente (lo cual denota su vitalidad) y tratando de resolver la misma necesidad que hace miles de años es sin duda extraordinario.

Ruente

Entramos en el cuartu de juera o del portal para ver los campanos de la familia y terminó enseñándonos el jierru del pueblo:

martes, 13 de julio de 2021

La miel de Camilín

Hemos encontrado las colmenas de Terán de donde sale la miel que vende una vecina de Barcenillas, la misma que compraba mi tío Camilín y que ahora que él no puede compramos nosotros. 


No es de flores

ni de brezo 

castaño o eucalipto

para nosotros

es la miel de Camilín.

Paisan@s #AsíNo

lunes, 12 de julio de 2021

La vida

Echando una parlaa con un paisanu que bía cunucíu al mí güelu - las rientis de airi espurriendo los ñublaos, las randas brancas cumu sucos, los sús ojos claros cumu el día - mos dijo que "ési nu tinía miedu a la vida", que ni el lobu negru, la ñevi ni el demongriu malu eran pa lu aterrecer: y a güen siguru que sí, camentaba yo pa los mís adientros, que a la vida no.

Bien

Bien el PRC / Santander proponiendo la ampliación del Parque Natural de Liencres hasta Cabo Mayor.

La carretería campurriana y el vino

"Los campurrianos, en el siglo XIX y antes, solían marchar en otoño, una vez terminada la trilla, para traer vino. Cargaban el carro con dos bocoyes (cubas grandes) y en el payuelo (parte delantera del carro donde empieza a estrecharse), un tapón (cubeta de unos cien litros).

Los bocoyes eran para el almacenista de vino de Reinosa, que pagaba por el porte, desde La Mancha o La Rioja, una onza de oro. El tapón era para los porteadores, para tener dónde hace anadar la lengua de vez en cuando [...].

Para comida, durante el viaje, llevaban un saco de habas encalladas, ligeramente cocidas, alimento de lo más completo que cabe, y algo de pan del horno de casa [es probable que se tratara de habucos, más pequeños que las habas, pues éstas solían estar destinadas al ganado].

Cuando hacían la parada, soltaban los animales para que comieran y descansasen, y en una melena (cuero con forma que se pone entre la cabeza del animal y el yugo para que no le roce el testuz) echaban un puñado de habas y, con mucha parsimonia para que durasen, a punta de navaja, las iban pelando y trasegando. Así un mes entero que duraba el viaje.

Cuentan que recogían las boñigas de las vacas y, cuando paraban en algún pueblo, las cambiaban por paja para dar pienso a los animales, ya que ellos no llevaban más que un saco de yeros [de ahí quizá la abundancia de yeros en microtoponimia, palabra que en otras ocasiones he confundido con una deformación de lera] para alimento de las vacas. [...]

En unas cantimploras hechas de finos juncos (junclos dirán siempre los campurrianos) tan bien tejidos que, con un poco de pez en el interior, resultaban totalmente impermeable [...] transportaban un poco de agua para, de vez en cuando, quitar la sequera de la garganta, no para hartarse. [...]

El campano de las vacas era el vaso usado como medida de ración [de vino durante el viaje], eran zumbas [no parece que este autor reserve las zumbas para las yeguas, a diferencia de lo habitual en La Montaña] no medianos, pues en este caso para pocas pruebas hubiera [como se puede colegir, la zumba es menor que el mediano]."

De Recuerdos de mi tierra campurriana (Cantabria Tradicional, 2000) de Nicanor Gutiérrez Lozano, pp. 151-154.

domingo, 11 de julio de 2021

El camino

El camino comido por el bosque y seguimos: los restos de un recinto circular para ganado y seguimos: los helechos abriéndose como embudos y seguimos: la cama de animal bajo un árbol y seguimos: ascendemos la canal hasta el vértice, donde está el manantial, no hay huellas alrededor, y no sabemos si es que termina aquí o es que lo hemos perdido, el camino, si es que hay.

sábado, 10 de julio de 2021

Santander, ciudad secuestrada

La Policía Municipal de Santander sigue defendiendo que el ocio nocturno puede abrir hasta las tres de la madrugada. No es que cuando llamas digan que enviarán una patrulla a cerrar, dándote largas o efectivamente tomándoselo en serio, no: es que defienden que pueden estar abiertos. Cuando se les interpela con la ley en la mano te dicen que no todos están de acuerdo, que los hosteleros por ejemplo no. Así que ellos no hacen nada. O sea, que ya sabemos de parte de quién está la Policía Municipal de Santander: de la nuestra, la de los ciudadanos, desde luego que no.

La semana pasada lo mismo, que ellos no van a cerrar, y este viernes, transcurrido el plazo de incubación, hemos superado los 350 positivos en un solo día.

El martes próximo es más que probable que impongan el toque de queda. Será un mazazo. Por lo menos yo tengo clarísimo de quién es la culpa.

viernes, 9 de julio de 2021

"Un festón para nuestros cordales" de Luis González-Camino

"Zuzulu" vasco, "perezosa" cántabra

"Etxemendi reconoció, ocupando prácticamente toda la pared del fondo, el espléndido vasar de cuatro puertas con sus cajones, cada uno decorado con un signo astral o pastoral diferente y que él, de niño, gustaba de descifrar como si de mensajes brujos se tratara. Se acercó al banco y lo acarició. También lo reconocía, también él procedía de casa de su abuela. Zuzulu, zuzulu, murmuró mientras lo acariciaba, de pronto se había acordado del nombre. Había pasado horas en aquel banco, los pies no le tocaban el suelo, en él había aprendido a leer."

De Etxemendi (Hiru, 2000), novela de Florence Delay, pp. 56-57.

El zuzulu vasco, palabra que según Koldo Mitxelena procede del latín SUBSELLIUM, es equivalente a nuestra perezosa. No es lo mismo porque la mesa del zuzulu está recogida en el respaldo mientras que en la perezosa lo está encima, pero la lógica es la misma.

La foto es de una perezosa en el portal de una casa de La Marina. Conozco otra antigua tallada con estelas en Lebeña que se parece poco a ésta salvo, quizá, en la ligereza que contrasta con la reciedumbre de las perezosas montañesas. Supongo que haya distintos tipos y dentro de éstos variantes en función del artesano, la época, etc.

La perezosa forma parte de la familia del escañu y del bancu. Hay un escañu precioso bajo el alero de la casa que fuera de Matilde de la Torre en Cabezón de la Sal antes de que la requisara Falange y un bancu no menos bonito en casa de mi tía, donde he pasado yo todos los veranos de mi infancia, cuando los pies todavía no me tocaban el suelo, costumbre ésta de estar en volandas a la que todavía no he perdido el gusto.

jueves, 8 de julio de 2021

El Sol de los Muertos y La Luna

El Sol de los Muertos fue la primera novela de Manuel Llano, que publicó primero por entregas y luego en formato libro. Más que novela, entonces, folletón, lo cual no le resta valor. No conozco ejemplar que no sea segunda edición, por lo que he llegado a sospechar que para el autor la primera era la del periódico.

Es una novela heredera de la obra de Delfín Fernández y González, de Sopeña, Urbina (mies del mismo pueblo) para este autor del que Librucos acaba de rescatar Pos veréis (1899), del que me regalaron hace años la primera edición.

En su última época Manuel Llano se distanció del costumbrismo de Delfín, metiendo el pie en la conocida como literatura de avanzada, que no llegó a cuajar por culpa de la guerra. No cuajó ni la literatura de avanzada liderada por José Díaz Fernández ni la trayectoria literaria de Manuel Llano.

Acabo de comprar el libro perdido de Manuel Llano y último en vida, el que escribió de parte del fascismo, y todavía no sé cómo tomarlo. De lo que no hay duda es de que se trata de una bomba. Pero esto para otro día.

El caso es que nadie acaba de saber del todo qué cosa pueda ser ese "sol de los muertos". Hace algunos años se produjo un efecto raro en la luna, que parecía vista por un embudo. Yo estaba durmiendo precisamente en Cabuérniga, me desperté y lo vi. Fue muy comentado en el valle. Renacieron entonces distintas creencias relacionadas con la luz de la luna, sobre todo que se procuraba que no incidiera en el cuerpo.

La luna se reduce en vasco a la palabra ill, que viene a significar "la luz de los muertos", y no sé por qué "el sol de los muertos" nadie que yo sepa lo ha relacionado sencillamente con la luna. Así, "el sol de los muertos" sería la luna. Es probable que de antiguo hubiera una palabra prerromana hoy perdida (no en vasco, lo cual no quiere decir en absoluto que fuera la misma) de la que "el sol de los muertos" sería su traducción. Algo parecido me pasó por la cabeza en relación con el lar, aquí (punto 7).

Guisos, comidas y guisotes campurrianos según Nicanor Gutiérrez Lozano

"[C]asi todos los días del año, menos en las festas muy señaladas [...] el menú se repetía, sin cansar, pues el hambre era más que la hartura.

Por la mañana, como desayuno, una taza de sopas con leche en el buen tiempo o de pulientas en el invierno. Éstas eran de harina de maíz, traída cuando se iba al cambio por patatas a La Montaña. Se cocían con un poco de agua y sal hasta que formaban una pasta homogénea, que se vertía en escudillas de barro, tantas como comensales hubiese. De allí se iban tomando en cucharadas que, a su vez, una a una, se pasaban por otra taza repleta de leche. Si había alguna vaca parida, con la leche recental se hacían hormigos, mezclando la leche con harina de trigo y azúcar, que se iban cociendo a fuego lento revolviéndolos mucho. Algo similar eran los calostros, hechos con la leche obtenida nada más parir la vaca, mucho más recios que el otro tipo de leche recental y con sabor más fuerte.

A media mañana, no olvidemos que al romper el día ya la gente estaba al pie del trabajo, se tomaban las once. Consistía en un zoquete bueno de pan y un trozo de chorizo o queso curado que se iba cortando en pequeños trozos a golpe de navaja para poderlos masticar más fácilmente. Si el día estaba crudo y había tiempo, a lo mejor caían unas sopas amañás. Estaban hechas de trozos de pan cortado en pequeñas láminas, a las que se les daba un hervor empapadas en agua, con sal y y algo de pimentón. Una vez recocidas las sopas, cuando ya estaban pastosas, se amañaban, operación que consistía en derretir sobre la sartén unos cachos de tocino, a los que se les añadía una cucharada de pimentón. Cuando más caliente estaba se volcaba sobre el pan recocido, previamente colocado en una escudilla. Quedaban sobre la superficie las partes de hebra del tocino, los chichos, que, como es natural, no llegaban a derretirse.

Si había, se estrellaba un huevo sobre el guisote, que le daba muy buen aspecto y mejor sabor. Con el nombre de sopa castellana ahora se despacha hasta en los restaurantes de mayor lujo.

A la hora de la comida, sobre la una de la tarde, se volcaba en una media fuente la puchera que había estado toda la mañana cociendo a fuego lento; de ella se obtenían tres platos: un principio siempre de sopa, un central de legumbre y un final con algo de carne, tocino, todo ello de la matanza anual, y el relleno, que se hacía de miga de pan mezclada con huevo, trocitos muy menudos de chorizo, tocino, acaso jamón y mucho perejil; primero se le freía un poco y luego se le dejaba dentro de la puchera para que cociese con todo lo demás.

La legumbre eran titos (en otros sitios los llaman almortas), arbejas (guisantes bastos) y, en los días que repicaban en godo, garbanzos. todo de la cosecha casera. Las habas tenían dos variantes: las grandes para el ganado y habucos para comer las personas. Las lentejas fueron introducidas años más tarde.

La sopa que se hacía con el caldo de la la legumbre, a la que se solía añadir alguna patata a media cocción, más que nada para calibrar el grado de avance del cocido, era invariablemente de pan. El fideo fue ya de los tiempos modernos. [...]

Una variante de este cocido era el de nabos, pero este tipo solo se hacía en torno a Todos los Santos. Sustituían las legumbres por esta crucífera que daba una sopa riquísima; dice la leyenda que una vieja vino del otro mundo para seguir tomando sopa de nabos.

El postre solía brillar por su ausencia, a lo sumo alguna manzana de la escasa cosecha casera o traída de La Montaña cuando los cambios, conservada bien enterrada en las arcas de trigo. En los festivos, arroz con leche, cocido directamente en este elemento y muy azucarado, con unos polvos de canela por encima; algunos solían darle más sabor introduciendo un tizón, mete y saca, con rescoldo muy vivo. Se hacían algunas veces biñuelos, pero no tenemos que confundirlos con los buñuelos de viento. Eran de una pasta formada con pan desmenuzado, a la que se le añadía huevo y azúcar; una vez amasado se tomaban pequeños trozos de ella que se freían un poco, vamos, muy parecido a los rellenos, y luego se cocían lentamente en leche, a la que se añadía una rama de canela en palo, con mucho azúcar.

Para merendar, pues las cinco comidas en la época de rudo trabajo no faltaban, se solían tomar rebanadas de pan untadas con el tocino cocido que había sobrado de la olla de la comida, ya frío. Algunas otras veces se untaban las rebanadas con miel y mantequilla, mezcla a la que se le daba un hervor y que era muy agradable al paladar. Cuando se conoció la leche condensada, también por la época de la guerra del 36 [como los fideos], se sustituía la miel por ella, y también resultaba rica de veras.

La cena se componía de patatas cocidas y amañadas y, como colofón, una buena cazuela de sopas de leche. Estas sopas se hacían de leche sin hervir, puesta al sereno y más bien fría, que luego se templaba al calor del pan tostado previamente sobre las brasas de la lumbre; estas rebanadas había que romperlas a retortijón con los dedos, ya que así sabían mejor que cortándolas a cuchillo.

El menaje usado no era muy complicado: cazuelas de barro, medias fuentes de porcelana, ollas, y cucharas que siempre se asignaban a la misma persona. Se colocaba el condumio en el centro de la mesa sobre la media fuente y, por turno riguroso, cucharada y paso atrás, se iba engullendo.

No era la cocina campurriana propensa a los asados, quizás por la dificultad de hacerlos sobre la lumbre en el suelo; más bien se usaban los guisotes de carne, tipo menestra, todos ellos muy apimentonados.

Cuando había alguna oveja que matar, las partes magras, pues las otras se usaban para las comidas de diario, se cocían con agua a la que se añadía sal y unas hojas de laurel, comiéndolo luego en frío. Era un plato muy usado para llevar como merienda al monte, en unión de la socorrida tortilla española [...]; la de acá se solía condimentar con las patatas tipo riñón, cortadas en pequeñas rebanaditas, como las actuales de bolsa, que se iban friendo lentamente en la sartén colocada sobre la trébede, encima mismo de las llamas. [...] [S]alían muy sabrosas sobre todo si se les añadía alguna raja de chorizo. Como moría mucho ganado, bien por la enfermedad llamada pernera (carbunco bacteridiano) o despeñadas, cuando se llegaba a tiempo, las partes magras del animal eran llevadas a casa, por lo que no solía faltar cecina. [...]

Hasta ahora hemos descrito las comidas de una casa campurriana que se defendía medianamente bien [...]. [C]uando faltaba de todo la comida se reducía a unas patatas cocidas con algo de sal sin más añadidos, si había algo de leche se pasaría la cucharada por ella para poder llegar a tragarlas. Les aseguro que el manjar no era nada agradable, pero ya saben: para buen diente no hay pan duro. O unas sopas a mazuelas: pan, agua y sal."

De Recuerdos de mi tierra campurriana (Cantabria Tradicional, 2000) de Nicanor Gutiérrez Lozano, pp. 81-85.

martes, 6 de julio de 2021

"El monte no tiene ojos, pero ve" de Miriam Mora


"El monte no tiene ojos, pero ve" de Miriam Mora dentro de la colectiva Damos vueltas alrededor de la luz, aunque seamos consumidas por su fuego.



Archivu del blog