Compré este libro por casualidad y, también hay que decirlo, por ser de autor cántabro, y cuál no sería mi sorpresa cuando me encontré con una encendida defensa del divorcio. Eso sí, el libro está planteado desde el hombre, que es el que sufre a una mala mujer. Pero aun así el autor mete por medio a un cura que aun no pudiendo ponerse del lado del protagonista tampoco le quita la razón, algo que se me hace difícil de escribir y más todavía de publicar en los años cincuenta. Tampoco ahorra referencias positivas a la ley republicana que permitía el divorcio, si bien es cierto que no emplea la palabra república en ningún momento. Con todo, un libro valiente. Será por eso que la presentación la firme el propio autor, explicitando que no se ha atrevido a pedírselo a nadie. Solo, pero lo hizo. Valiente, decía; olvidado, también.
Ropa vieja (Resma, 1951) de Luis Riera Ganzo. Si lo encontráis, compradlo.