La casa gótica montañesa, denominación que no es más que una convención para designar el estadio más antiguo que sabemos reconocer en nuestras casas, pero que bien pudiera ser anterior, se organiza en cuadrantes: abajo a la izquierda vivienda, a la derecha cuadra, encima de la vivienda secadero y encima de la cuadra el pajar. Es así en la casa gótica mejor conservada que conocemos y a la que por fortuna hemos podido entrar, además de encontrar evidencias de la misma disposición en otras casas en origen góticas que han ido diluyendo sus formas con el paso de los siglos.
Quería centrar el tiro de esta entrada en el secadero de una casa de Lamiña hoy desaparecida:
Son todas las que tengo. Las pongo todas aunque sean parecidas porque mucho me temo que son las únicas que existen.
Están tomadas asomándome desde la escalera (interior). El cajón está contra la fachada. Está situado en la vertical de la cocina de suelo o
pusiega (que era la cocina acotada por tres piedras, muchas de ellas reutilizadas como
poyu a la entrada de las casas). El suelo del cajón es de entrelazado de varas de avellano conocido como
setu o
zarzu, depende del valle. El humo ascendía, pasaba por el cajón y se escapaba por entre las tejas.
Foto de los restos de
zarzu o
setu:
Restos del brazo o
tuérzanu de la antigua
cucina:
Al secadero con forma de cajón situado encima de la cocina dice Apa que se le conocía como
pérgula. La primera vez que me topé con esta palabra fue en un libro de Jesús García Preciado que recoge un canto de petición creo recordar que lebaniego o quizá campurriano conocido como las
pérguas que quizá tuviera que ver con los alimentos conservados precisamente en las
pérgulas, como
churizu,
tucinu, etc.
La
pérgula está en el
soberáu, que es el nombre que recibe el secadero que ubicamos en el cuadrante superior izquierdo, encima de la vivienda. La
pérgula entiendo que está siempre acotada por un
tablaú o pared de tablas. Es, pues, un espacio subsidiario, un espacio acotado dentro de otro.
La duda es si el
soberáu también podía estar acotado por un
tabláu o no y caso de estarlo si la
pérgula también o podía dejar de estarlo, puesto que el espacio contenedor ya estaba acotado, a lo que se suma la pregunta de si la
pérgula no estaba acotada, qué: dejaba de ser
pérgula (como creo) o no. En la casa gótica a la que me refería en el primer párrafo era el secadero, es decir, el
soberáu, el que estaba acotado por un
tabláu o al menos había un
tabláu que recorría la casa todo a lo largo, de la fachada al fondo, separando secadero y pajar.
No sé si
soberáu y
pérgula nacieron a la vez o si alguno de los dos elementos antes que el otro. Sea como fuere, creo que de su éxito entre nosotros deriva la escasa presencia relativa, cuando comparamos con comunidades del norte, de hórreos.