martes, 30 de junio de 2020

Dos cachiporras



En Ruente.

En relación, aquí.

Hilván

Se me manchó una sudadera de no sé qué que no caía y se la pasé a mi madre por si ella podía hacer algo: que fue lavarla a mano. Como la mancha se pierde cuando la prenda se moja, se echa un hilván para marcar dónde está y dónde frotar:



Quitada la mancha, el hilván sigue.

lunes, 29 de junio de 2020

"La vida en la tierra" de Baudouin de Bodinat, recomendación



Más aquí.

El osu de la cuadra de Ruente

Nos acercamos porque el portón metálico estaba abierto. Dentro, unos críos jugando. La cuadra estaba entera pintada de blanco. El primer peldaño de la escalera era de piedra, el resto de atrancos o bloques de madera. Puede que se tratara de una antigua vivienda. Estaba vacía, el ganado en Sejos. O es que lo han quitado.

Hablando con los críos - la perra se llamaba Loba y no mordía - vemos una talla:

- ¡Una vaca! - exclamo.
- No, es un osu.
- ¿Seguro que no es una vaca?
- Un osu, un osu - todos los críos al unísono.




El osu de la cuadra de Ruente.

jueves, 25 de junio de 2020

Sardinero, fotografía subalterna

Aprovechando que este año supongo que no se vayan a celebrar los baños de ola en Santander, recupero la siguiente foto...



..., para pediros por favor que os fijéis en la señora que está a la izquierda, en la mano lo que parece una fregona pero que no debe ser más que una escoba mojada: es la señora encargada de limpiar las casetas de baño del Sardinero.

Se trata de una fotografía fabulosa de ésas que están empezando a salir al mercado gracias al éxito de distintas plataformas destinadas al coleccionismo menor. Son muy abundantes las fotografías subalternas hasta ahora recluidas en cajones de casa cuyo contenido acababa indefectiblemente volcado en el cubo de la basura cuando se cortaba el cordón umbilical con los retratados. Ahora se nos está dando la oportunidad de asomarnos a ventanas interiores privilegiadas.

lunes, 22 de junio de 2020

De la necesidad de reparación

Se hizo un cartel dedicado a la Escuela Libre de Medicina inaugurada en la Casa de Salud Valdecilla a finales de 1936, semilla de la que pretendía ser Facultad de Medicina de la Universidad de Cantabria (sic), proyecto abortado por la guerra, y a su impulsor, el Dr. Wenceslao López Albo.

Se acabó poniendo en uno de los pasillos casi a escondidas porque las autoridades, curiosamente socialistas, no acababan de ver la oportunidad para hacerlo. Nadie inauguró nada. Además, fue la época en que los artistas plásticos tomaron prácticamente al asalto las paredes del hospital y parece que una cosa no casaba con la otra, que el cartel dedicado a la Escuela Libre de Medicina era demasiado comprometido para el compromiso que los artistas estaban dispuestos a asumir, que no iba más allá de ver sus obras colgadas en uno de los espacios más transitados de Cantabria. Nadie quería hacerse responsable ni compartir vecindad con el cartel.

Nada más ponerlo, sin todavía haber siquiera desenchufado el taladro, un anciano que pasaba por allí, paciente dado de alta o lo más probable visita, en cualquier caso ignorante de lo que se debe a cada uno, no tuvo reparos en espetar que a ese hombre, refiriéndose al doctor, le había pasado lo que le había pasado, que es la persecución, la infamia y el exilio, por haberse metido en camisas de once varas, literal.

La reacción esperada. La reacción temida. Qué pena. Qué pena sobre todo temer algo así.

Se refería, claro, a la guerra, y al compromiso adquirido por el médico cántabro, compromiso que había acabado traduciéndose en distintos cargos de sanidad militar ocupados en su etapa catalana, caído el norte en el verano del 37.

Pero y qué menos, tratándose de un doctor de su capacidad y amplitud mental, cómo no ponerse del lado de la legalidad y de las víctimas.

En cualquier caso, si esta participación del doctor en la sanidad militar pudiera servir a alguien como excusa para justificar su represión, qué decir entonces por ejemplo del Dr. Abilio García Barón, Gerente del Hospital Valdecilla en los años cincuenta, con la Cruz Roja del Mérito Militar y la Cruz de Guerra prendidas de su pechera.

"Pues lo mismo, de haber ganado los otros el Dr. García Barón habría sufrido represión": no. El Dr. López Albo cumplió con su deber y debido a ello sufrió represión, él y su familia, aquí. Sin embargo, el Dr. García Barón participó de un golpe de estado. No es lo mismo. De acuerdo que tengamos que mirar para otro lado y no cargar contra los golpistas, no sé muy bien por qué, pero lo acepto; lo que no puedo aceptar es que se ponga en el mismo plano a unos y a otros. Hay que dejar claro lo que fueron unos y lo que fueron otros y quién tenía la razón y la justicia de su lado y los que no.

Para pasar página hay que reparar la memoria de tantos represaliados. No digo ya poner en su sitio a los represores, que también convendría, pero antes, lo primero, devolver a los represaliados lo que se les arrebató, qué menos, que es ante todo el nombre. Y estoy pensando no solo en el Dr. López Albo, sino también en el Dr. Téllez Plasencia, exiliado en Francia, el Dr. González Aguilar, exiliado en Argentina, el Dr. Gonzalvo, asesinado y enterrado en la fosa común de Ciriego, y más, estoy pensando en Matilde de la Torre, exiliada y condenada a la pobreza - todos sus bienes incautados -, en Consuelo Berges, marginada en el interior, en Matilde Zapata, asesinada y enterrada en la fosa común de Ciriego, etc.

viernes, 19 de junio de 2020

Estudio de 1911 sobre vacas tudanca, pasiega, campurriana y lebaniega a la venta

Cuestiones pecuarias: Memoria premiada en los Juegos Florales celebradas en Santander por la Cruz Roja en Noviembre de 1911, estudio de Andrés Benito García sobre cuatro razas bovinas autóctonas de Cantabria: la tudanca, la pasiega, la campurriana y la lebaniega (la mitad extintas), a la venta aquí.

martes, 16 de junio de 2020

Modillón lobulado prerrománico en Ucieda



Resto de modillón lobulado o de rollo característico de la arquitectura prerrománica vinculada al antiguo Reino de Asturias (Lebeña, Bostronizo, Helguera, etc.) hallado en una casa reformada de Ucieda. Habría que sumar este elemento a los muchos conservados en Lamiña sin olvidar la vigueta de Renedo de Cabuérniga de la que ya dimos noticia aquí y que seguramente esté ya desaparecida.

Estos restos pueden tener aprox. 1100 años. Coinciden en el tiempo con palabras montañesas todavía vivas como picaya y garuyu, aquí y aquí, respectivamente.

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