Parece haber invernales asociados a brañas, caso de Zarceíllu en Cabuérniga, donde hay un embudo conocido como corral que conduce desde la puerta del cierru a la puerta de la cuadra (al pajar se accede por detrás) para que las vacas entren y salgan sin tocar el pasto.
El invernal de frente, desde el corral:
La parte derecha corresponde a la cabaña. Es donde está el atizaeru y donde el vaqueru hace vida. Pudiera parecer un anexo pero en realidad esta cabaña asociada al invernal reemplaza al chozu del sel al que a su vez el invernal reemplaza, así que a la cabaña de este invernal cabría considerarla conceptualmente más antigua que al propio invernal, aunque desde un punto de vista constructivo pudiera no serlo.
Estos invernales cabuérnigos con un pocu de cabaña (sic) son reveladores de una evolución moderna importante.
En la siguiente foto se ve el mismo invernal desde atrás y arriba:
Está prácticamente en la divisoria de los valles del Saja y el Nansa.
Otro invernal con este embudo en L´Uznaa de Ucieda y restos de otro en La Casa Vieja de Monte A, aquí, aunque en ninguno de los dos casos sepamos a qué braña están asociados, si es que lo están o lo han estado.
Sabido es que muchos invernales están construidos sobre antiguos seles a raíz de un proceso de intensivización de la actividad ganadera de época moderna. Los seles son donde está el pastor (o el espacio que éstos ocupan, porque, aunque parezca una cuestión de matiz, no hay que perder de vista que quizá sean espacios naturales tomados, no creados, lo cual también implica otra derivada como es qué entendemos por espacio tomado y por espacio creado). Los seles se inscriben en un complejo ganadero presidio por la braña o pasto natural (aquí parece que hay menos dudas sobre su carácter natural, pero a pesar de todo sigue siendo pertinente preguntarse por la naturaleza del mismo, si natural o antrópico, lo cual conlleva trasladar la duda a la naturaleza de nuestra actividad, si acaso no cabría considerarla natural por ser nuestra y si no, qué pasaríamos a ser nosotros). La aparición de los invernales en torno al 1500 (los primeros) afectaría de forma activa a los seles (a los que se superpondría) y de forma pasiva a las brañas (que mantendría pero redefiniendo sus relaciones territoriales). Estos embudos o corrales serían el canal de comunicación entre invernales y brañas.
2 comentarios:
Quizá no sea lo mejor definir estos "corrales" como embudos. Empleamos la palabra embudo para que se vea bien que no son espacios redondos: son el camino flanqueado por "morios" que conduce desde la "purtilla" de la finca (también llamada "invernal", como la propia construcción) hasta la cuadra del "invernal". Delante de la cuadra sí puede haber un espacio abierto que pudiera asemejarse al "corral" de las casas (que es el espacio que precede a la casa y que está al cuidado de la familia aunque sea un espacio común, de cuya sucesión resultan las "corraliegas" o "curruliegas", palabras que tendríamos que utilizar en lugar de hilera de casas) aunque insistimos que estos "corrales" de los "invernales" son sobre todo el camino que hemos definido como embudo. Ahora se entiende mejor por ejemplo lo del "corral de Lombraña" que dice la tonada para los lobos.
Cuidado:
http://elrobledaldetodos.blogspot.com/2021/12/correccion-corral-y-canaa.html
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