Es de suponer que efectivamente ese funcionario era el que ahora anda en boca de todos, pero si el Consejero no sabía nada tampoco debería saber quién estaba implicado, si este o el otro, me parece a mi. O sabía y dijo que no y mintió o no sabía e implicó a un funcionario sin saber. Mal en cualquier caso.
También decía yo que es difícil e incluso peligroso para los funcionarios trabajar bajo las órdenes de personas que parecen especialistas más que en la elusión de responsabilidades, en cargar sus responsabilidades en otro, lo que todavía es peor.
Pasados unos días quité la entrada porque me parecía que no aportaba nada. Lo suelo hacer, quitar aquellas entradas que creo no aportan nada pasado un tiempo. Por ejemplo entradas donde empotro vídeos musicales que pasado un tiempo ya no me apetece escuchar (o dejan de estar al alcance porque el blog avanza y estas entradas quedan muy atrás). Tengo mucho contenido y me gustaría que todo tuviera interés duradero.
Pero creo que ha sido ayer que Revilla ha amenazado con llevar a los tribunales a quienes se metan con el PRC por este caso y me duele que parezca que he quitado la entrada anterior por miedo, así que no la vuelvo a poner porque creo efectivamente que ya no aporta nada, pero sí quiero aclarar que no la he quitado por miedo. Esta aclaración sí tiene interés duradero, más que lo que haya podido escribir (que, por otra parte, acabo de reproducir más arriba).
Añado que Revilla muchas veces habla de los políticos como si fueran otros, no él, pero que cuando le interesa se escuda en que él es político y que los que lo hacen mal son los funcionarios. No es una actitud honesta.
Tampoco es honesto pedir a los demás y con razón que hagan lo que luego, cuando te toca a ti (y no tiene por qué tocarte, esto no es una ruleta, no es cuestión de suerte), cuando te toca a ti, decía, no haces. Un responsable sea político o no (más si político, apurando) es responsable de sus actos y de los actos de sus subordinados, sobre todo si estos son de alto rango. En qué cabeza cabe que pueda ser de otro modo.
2 comentarios:
Bien.
Un día volvía a casa por una callejuca próxima al Sol y coincidí con Mazón y Gochicoa y sus respectivas parejas. Se detuvieron ante una pared detrás de la cual hay un patio muy bonito. Gochicoa saltó y se agarró con las manos para asomarse. Yo le grité porque creía que había cristales clavados en lo alto, como a veces se ve, me asusté, pero estaba equivocado, no los había. Ellos me miraron raro, con razón. La verdad es que valoré su gesto, su interés. No me parece mala persona.
Me viene ahora a la cabeza aquella noche en que Veceru trató de subirse a la estatua de Franco que había en la plaza del ayuntamiento y se cortó las manos porque el pedestal no estaba rematado y la rebabas cortaban como cuchillas. Veceru me parece aún mejor persona.
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