Ayer estaban Revilla y Piña metidos en una carpa de su partido en la plaza del rey juan carlos primero rodeados de señores vestidos con ropa como del zara pero cara y colorines sevillanos, de esos señores que parecen criar toros de lidia, rodeados pero poco porque no eran muchos y todos adentro, sin repartir folletos, porque ninguno traía paraguas pese a estar lloviendo.
Por las brechas se podía ver a Revilla tieso y con cara de pocos amigos.
Desconexión total.
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