Hace al menos seis años me dijeron que las anjanas (entiendo que las de Lamiña, aquí) vivían en los castros de Tejea (que pertenece a Barcenillas), aquí, y la mañana del sábado subí.
Tras muchas peripecias, superé la línea de árboles y alcancé los castros, los recorrí pero no encontré nada, ningún casar. Solo una pequeña visera rocosa utilizada por algún animal como guarida. Pero nada que pudiera haber sido utilizado como habitación, tan solo sombras que desde el fondo de valle parecen más grandes de lo que en realidad son.
Pero del otro lado de la canal, hacia dentro, se yergue un podio rodeado por una garma, un vergel abierto en mitad de la ladera. No se aprecia en los mapas. No hay caminos a la vista que conduzcan a él. Aislado, apacible, protegido..., lo tiene todo.
Las anjanas no existen.
Las anjanas viven ahí.
1 comentario:
Se llama, si acaso, Romazu. Este topónimo no aparece en los mapas, me lo dijo un antiguo vaqueru que encontré a la vuelta, no puedo asegurar que se trate del mismo sitio. Romazu está en probable relación con el castellano hormazo, que según el diccionario de la RAE procede del latín [PARIES] FORMACEUS, "[pared] hecha con tapiales".
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